Cualquiera que analice la salud de la Familia Real Británica durante los últimos meses puede pensar que no levantan cabeza. Y es que al cáncer de Carlos de Inglaterra y de Kate Middleton se suma ahora la lesión de Camilla, quien apareció en las Anglonormandas con un vendaje que hizo saltar las alarmas. Al parecer, se trataba de un esguince que, a pesar del dolor, no la alejó de sus deberes reales. 

Con una tobillera de compresión y unos tacones poco recomendables, dada su situación, Camilla continuó con su hoja de ruta junto al monarca. Nada hacía presagiar que alguien de su círculo más íntimo 'traicionaría' su confianza en las horas posteriores para contar el infierno al que ha hecho frente la londinense. Un relato que llega de la mano de una experta en Casa Real, en concreto de Rebecca English

Si bien públicamente se ha esforzado por mantener la compostura y mostrar una imagen férrea, en palacio esa actitud tornaba. No por su temperamento, el cual es bastante fuerte, sino por cuánto dolor supuso para ella pensar que corría peligro la vida del Rey Carlos. 

A pesar de que la operación de próstata de Carlos la enfrentó con tranquilidad, todo cambió cuando supo del tumor que él padecía. "En privado, la gente nunca la había visto tan preocupada. Olvídense de quiénes son por un segundo. Mírenlo desde un nivel humano. Su amado esposo se enfrentaba a una enfermedad muy grave. La batalla de su vida. Fue tremendamente dura", explica a esta periodista una persona muy cercana a Camilla. 

Una preocupación que trasladó a su entorno y que no se debía al pronóstico del Rey, sino a que el cáncer "es algo aterrador tanto para pacientes como para parejas", dice Rebecca. Fue ella, Camilla, quien le rogó a Carlos que frenara el ritmo, pues lo más importante de todo era su recuperación. Que todo marchara según lo previsto y él pudiera volver a ser el de siempre. Sin embargo, el monarca siguió vinculado a sus compromisos, minimizando, eso sí, sus apariciones públicas. "Su Majestad nunca se queda de brazos cruzados. Siempre quiere trabajar y ni siquiera el cáncer lo iba a detener. Pero es justo decir que su esposa no siempre ha sido de la misma opinión". 

Camilla, muy firme cuando debe de serlo

"Ella es la única persona que puede convencerlo de que necesita controlar su ritmo para recuperarse y es bastante firme cuando tiene que serlo. Definitivamente, ha sido firme tanto como ha podido en los últimos meses", añade la misma fuente. 

Tras 19 años juntos en los que la polémica ha estado muy presente, vuelven a hacer equipo en su peor momento. No solo a nivel oficial, sino también en su hogar, donde ambos tratan de mimarse, cuidarse y, sobre todo, apoyarse. Especialmente desde que, a comienzos de año, se confirmara que Carlos de Inglaterra se enfrentaba a importante un bache de salud.

Fue solo unas semanas más tarde cuando Camilla dio detalles de cómo se encontraba Carlos, tratando así de ofrecer transparencia y tranquilizando a todos aquellos que estaban preocupados. "Dadas las circunstancias, lo está haciendo extremadamente bien. Está muy conmovido por todas las cartas y mensajes que el público ha estado enviando desde todas partes. Eso es muy alentador", aseguró.

Unos intensos meses en los que se ha descubierto que son el pilar del otro. Mientras él dio un paso atrás y focalizó todos sus esfuerzos en vencer su enfermedad, ella retomó su papel en la agenda real. Salió de bastidores y comenzó a ganarse el cariño de la sociedad, dejando atrás las incontables críticas que existían contra ella. 

Recordemos que al ascender al trono se supo que no le gustaba su trabajo de reina. Así lo hizo saber durante meses al Buckingham Palace, donde alegó que apenas tenía tiempo libre para escaparse a su residencia privada. Quería tener tiempo para ella y para estar junto a su familia, no obstante, no le ha quedado más remedio que organizarse en su nueva vida. 

El tremendo susto de Camilla

En los últimos días ambos volvían a ser noticia por su evacuación de urgencia. Durante su último acto su equipo decidió abandonar junto a ellos el lugar de Jersey donde se encontraban por "razones de seguridad", según se contó en 'The Sun'. Nadie entendió en ese instante lo que estaba sucediendo, siendo solo 20 minutos después cuando todo cobró normalidad. 

"Hubo un pequeño problema de preocupación y tras una investigación resultó ser una falsa alarma. Se tomaron todas las precauciones y el programa se reanudó poco después", se explicó en medios internacionales.