Cuando Carlos III consiguió unir su vida en matrimonio a Camilla Parker-Bowles ambos tenían un historial familiar a sus espaldas. Su relación, que había arrancado en la adolescencia, había vivido simultaneada con sendos matrimonios más convenientes. Carlos se casó con Diana y el resto de la historia lo conocemos muy bien. Camilla por su parte se casó con Andrew Parker-Bowles. Testigos de ese historial amoroso fueron sus hijos que, además, ejercieron de testigos de su matrimonio civil el 9 de abril de 2005. Carlos aportaba al matrimonio a los príncipes Guillermo y Enrique, mientras que Camilla tenía dos hijos de su primer matrimonio; Laura y Tom.
El matrimonio de la Reina Camilla con Andrew Parker Bowles duró desde 1973 a 1995. El mayor de sus hijos es Thomas Henry Charles Parker Bowles y nació en 1974. Carlos III fue uno de los padrinos de bautismo del primogénito de Camilla. Tom, como se hace llamar, es padre de dos hijos fruto de su matrimonio con la editora de moda Sara Buys. El primogénito de Camilla es escritor y crítico culinario y desde hace años publica libros relacionados con estos temas. Ahora publica su nueva obra “Cooking and the Crown: Royal recipes from Queen Victoria to King Charles III” (Cocina y la corona: recetas reales desde la Reina Victoria al Rey Carlos III” 2024).
Carlos III, en la intimidad
Tom guarda en la actualidad una muy buena relación con el marido de su madre y monarca del Reino Unido a quien se refiere con el sobrenombre de “señor”, costumbre adquirida durante su infancia en la que Carlos III no era más que “un amigo de mamá”. Coincidiendo con la publicación de un libro en el que Thomas repasa dos siglos de historia de los Windsor ligada a la gastronomía ha concedido una entrevista a la revista francesa “Point de Vue” en la que ha contado algunos detalles sobre cómo es el ambiente y el desarrollo de las ocasiones en las que se reúne con su madre y el Rey Carlos III.
El hijo de Camilla cuenta que es muy normal comer o cenar con s madre y con Carlos y que la mayoría de las veces este plan surge de una llamada de Camilla, como cualquier otra madre, “cuando mi madre tiene ganas de vernos vernos, nos llama a mi hermana y a mí y nos dice: '¿os apetece venir a cenar a Clarence House?'”. Y la invitación se convierte en una reunión familiar en la que el ambiente distendido es la norma y en la que asegura sentirse como cualquier otra familia de Reino Unido y que se conforman con tres platos como cualquier otro británico, primero, segundo y postre. Es una curiosa percepción de lo que es conformarse, la verdad.
La gran familia que se reúne entorno a una mesa
Es esta entrevista a “Point de Vue” Thomas explica que además es muy común que se junten todos en Escocia, presumiblemente en el Castillo de Balmoral. "Cuando estamos allí quedamos con el rey, la reina, mi hermana y mi cuñado, y preparamos comidas sencillas e intimas”. Además, cuenta que es poco común que hagan grandes reuniones familiares pero que las veces en que ocurre “si somos veinte o más en una mesa, ya sea en casa de mi madre o de mi tía es una auténtica fiesta”.
Quizás por deformación profesional, al ser crítico culinario, Tom afirma que en su casa todo se celebra entorno a una mesa, las alegrías y las penas. Asegura que en su familia la etiqueta brilla por su ausencia y que “discutimos, nos abrazamos, hablamos a voces de un lado al otro de la mesa” y que todo en la vida de los Parker-Bowles va de la mano de “una buena comida y un buen vino”. Una estampa familiar que casa con la imagen de la Reina Camilla, una mujer que se muestra más cómoda con ropa de campo en un paseo rural que en una recepción real.
Para acabar, el primogénito de la Reina Camilla define a la suya como una gran familia “muy unida” y con querencia a reunirse entorno a una gran mesa. Y que “en las buenas y en las malas, nos unimos en torno a la comida”. Solo falta saber si en esa “gran familia” que describe Thomas tienen lugar los hijos de Carlos III y sus nietos, a quienes actualmente no puede juntar bajo el mismo techo por la disputa que mantiene a los hermanos Enrique y Guillermo sin dirigirse la palabra desde el fallecimiento de Isabel II. Solo el tiempo dirá si esa “gran familia” vuelve a sentarse en torno a una mesa para celebrar la vida o si los seguiremos viendo solo juntándose de funeral en funeral.