El príncipe Harry ha sido uno de los primeros en llegar a la Abadía de Westminster, aunque eso no ha evitado que quedara relegado a tercera fila. Sentado junto a sus primas y a sus respectivos maridos, ha acaparado toda la atención en varios instantes. Si bien en un primer momento llegaba solo y muy serio, en el interior del templo se mostraba más desenfadado y se atrevía a hacer bromas con los presentes. Una actitud que quién sabe si ha tomado por no poder ver prácticamente nada de lo que tenía delante, pero ¿cuál ha sido el motivo? Se ha enfundado en un uniforme militar, pues es la persona encargada de la seguridad personal del monarca y este le obligaba a llevar un sombrero con una enorme pluma roja que quitaba visión a cualquiera que tuviera detrás. Sin saber si ha sido casualidad o no, la mala suerte le ha tocado esta vez a Harry.
No parecía muy preocupado por ello y es que Harry tenía otro plan nada más acabar la ceremonia: viajar a Florida para soplar las velas junto a su hijo. Justo este fin de semana es el cumpleaños de su hijo, por lo que se prevé que no se quedará a los encuentros posteriores organizados por la Familia Real británica. Esto le ha llevado a interactuar con el resto de invitados, dándole igual, al menos ciertos momentos, que alguien obstaculizara su visión durante el tiempo que ha durado esta histórica ceremonia. Aunque tía y sobrino se han saludado antes de que diera comienzo la coronación, ha sido minutos después cuando se han convertido en protagonistas involuntarios de esta cita que tendrá un coste superior a 115 millones de euros debido a la amplio despliegue de seguridad.
Muchos usuarios de la Red han reparado en este detalle, de hecho, hay quien se plantea que se haya hecho a propósito. "Así como en el funeral pusieron un cirio delante de Meghan, hoy la pluma del sombrero de la princesa Ana nos tapa a Harry", "¿Esto es en serio? Harry en tercera fila y sin poder ver nada" o "Qué mala suerte la de Harry. Ha estado todo el tiempo atrás su tía, con un sombrero que con el que no veía" son solo algunos de los mensajes que han destacado esta anécdota. Durante ciertos segundos Harry ha tratado de mover su cabeza para ver algunos detalles de la ceremonia, algo que, por cierto, ya le sucedió en su día a Meghan Markle en el funeral de la Reina Isabel II, donde una gran vela le bloqueó la vista en el último adiós.
No ha sido la única razón que le ha hecho copar titulares en la coronación. Hay una mueca de Harry que pocos comprenden, ya que hace pensar que a su alrededor había ocurrido algo muy llamativo con otro invitado, pero nadie ha aclarado el por qué de esta reacción. Al menos de momento.