¿Cómo podrán mantener el príncipe Harry y Meghan Markle el alto tren de vida que llevan ahora que se desligan de la familia real británica? Esta es la pregunta del millón y es que los duques de Sussex, al dejar de ser miembros en activo de las responsabilidades de representación de la Corona británica, renuncian también al sustento económico de la familia o eso es lo que han querido dar a entender, pero no es del todo cierto.
Eso sí, su estrategia de futuro no solo pasa por sobrevivir al desastre que han causado en palacio y del que aún se recomponen la reina Isabel II, su heredero, el príncipe Carlos, y el futuro de la casa, el príncipe Guillermo. De hecho, su plan incluye no solo la supervivencia de la pareja lejos de Londres, concretamente en Canadá, sino que promete granjearles ingentes beneficios, de los que Meghan Markle ya ha comenzado a dar algún detalle, fichando por Disney y dejándose tentar por firmas de moda de lujo que le ponen sobre la mesa jugosos contratos. Pero vamos por pasos…
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¿Realmente han renunciado a la manutención real?
No, pero sí. El príncipe Harry y Meghan Markle han querido dejar claro en todo momento que su renuncia a formar parte de los “senior” de la familia real conllevaba renunciar al subsidio que Isabel II les otorgaba. No era un privilegio en sí, sino una remuneración por su labor como representante de la soberana en actos públicos, el cual cobran todos los miembros de la familia real.
¿De cuánto dinero estamos hablando?
Este montante se conoce como el ‘Sovereing Grant’ y a partir de ahora dejará de ser ingresado en su cuenta, el cual se estimaba que superaba los 2 millones de euros anuales.
Su libertad supone solo el 5% de su sueldo
Ahora bien, las principales críticas hacia el príncipe Harry y Meghan Markle se han centrado en la falsedad que esta afirmación supone, dado que por esta labor de representación obtienen lo que equivale solo al 5% de su sueldo total. Dejarán de recibir este montante por tener la libertad de emprender negocios privados y no tener que “perder su tiempo” representando a la Corona británica en actos públicos.
Reino Unido, en pie de guerra contra ellos
El pueblo británico lo que reclama ahora tras su renuncia es que se haga efectiva su salida, lo que se ha conocido ya como el Megxit, y dejen de cobrar dinero público, al no querer corresponder lo cobrado con su trabajo. Esto incluye la renta de su casa de Frogmore Cottage, que se ha cifrado en 35 millones de euros y cuya reforma costó 2,6 millones de euros, por cierto, pagados por todos los británicos de fondos públicos.
Perderían mucho más que su exclusiva casa
Pero si finalmente la reina Isabel II decide hacer caso a su pueblo con el único objetivo de salvar la monarquía de las feroces críticas, Harry y Meghan Markle no solo tendrían que hacer frente al pago de su casa. También se plantea la posibilidad de que paguen su propio equipo de seguridad, formado por 6 guardaespaldas y que está valorado en 600.000 euros anuales.
¿y qué pasa con los títulos nobiliarios?
También este punto está en el aire y parece que el último comunicado de la reina Isabel II ha planteado la posibilidad de que se les sean retirados. Harry y Meghan Markle podrían dejar de ser los duques de Sussex y los privilegios que esto conlleva. La soberana, en su última nota de prensa en la que reconocía su apoyo a su nieto, se refería a él por primera vez de forma oficial como “nieto” o “Harry”, y no como alteza o duque de Sussex. Un cambio de lenguaje que ha llamado poderosamente la atención de los expertos.
Ahora sí, ¿de dónde van a sacar el dinero?
El primer paso que el príncipe Harry y Meghan Markle van a dar es registrar la marca Sussex Royal, es decir, su propia imagen, para que los ingresos conseguidos con la venta de productos con sus rostros vayan a parar directamente a sus arcas privadas y no a las de palacio. Hay miles de productos, desde camisetas, tazas, monedas, calendarios, posters, postales…
Meghan Markle, una influencer de estilo y vida
Ahora que Meghan Markle tiene vía libre para rentabilizar su propia imagen más allá de las restricciones obvias de la casa real británica, su siguiente paso será especializarse en vender su imagen asociada al ‘lifestyle’. Lo hará mediante una web oficial que, según han publicado ya diversos medios británicos, fichará a la experta en la materia Sarah Latham, que ya hizo lo propio con Bill Clinton y que le granjearían hasta 10 millones de dólares al año.
Meghan vuelve a la industria del cine
Por ahora, Meghan Markle ya ha dado un paso adelante y ha comenzado firmando un contrato millonario con Disney para prestar su voz a una película animada. Es el primer paso que ya se ha confirmado, pero detrás de ella ya hay un equipo que trata de buscarle un hueco para su gran salto al estrellato, tras abandonar la serie ‘Suits’ por su compromiso con el príncipe Harry.
¿Y qué va a hacer el príncipe Harry?
Aunque todos los focos de atención están puestos en Meghan Markle, el príncipe Harry también tiene un futuro prometedor fuera de la casa real británica. Podría hacerse de oro ofreciendo conferencias y asesorando empresas y compañías, valiéndose de sus privilegiados contactos como príncipe. Todas las puertas las tendría abiertas y desde la prensa británica se estima que podría embolsarse hasta 6 millones de euros por discursos y 3 millones por apariciones estelares en grandes actos mediáticos.
Si hasta ya tienen su propio cómic con su historia de amor