La decisión del príncipe Harry y Meghan Markle de romper lazos con la familia real británica para proteger sus propios intereses ha sido entendido por el mundo entero como una amenaza misma a la monarquía en Inglaterra. La reina Isabel II está en jaque, motivo por el cual organizó de urgencia un gabinete de crisis con su heredero, el príncipe Carlos, y sus nietos, el príncipe Guillermo y Harry, para minimizar el impacto que el escándalo tendrá sobre la Corona.

La decisión final fue mostrar un frente unido contra la polémica y, en boca de la soberana, apoyar la decisión de los duques de Sussex de desligarse de las responsabilidades institucionales como miembros de la familia real británica, para comenzar una lucrativa andadura personal, que les llevará a mudarse a Canadá, su nuevo lugar de residencia.

La Reina Isabel Ii, el príncipe Harry

Esto parece no haber convencido a todos por igual. Son muchos los que ponen de relieve que en el comunicado que la reina Isabel II remitió para mostrar el apoyo al príncipe Harry y su esposa se echaba en falta algo muy importante. La soberana ya no trataba a su nieto por su título nobiliario o su posición dinástica en la casa real, sino simplemente como Harry o su nieto, algo que chocó, dado que es la primera vez que la casa se refiere a él como un simple mortal. Esto ejemplariza la ruptura de Harry y Meghan Markle como miembros de la familia real, para ser simplemente familia de la reina.



Las siguientes portadas de medios internacionales muestra cómo se ha recibido esta noticia bomba que ha dinamitado a la familia real británica, haciendo temblar sus cimientos y poniendo en serios apuros a sus miembros “senior”, entre los que ya no se cuenta al príncipe Harry y Meghan Markle. También la estrategia pergeñada por los duques de Sussex para rentabilizar su futuro, que ha comenzado con el fichaje de la actriz por Disney y el tanteo a firmas de moda de lujo, que podrían contar con su imagen muy bien remunerada.