Nuestro titular también podría ser "Algo pasa con Mary". Pero no. Esta vez no es ella nuestra protagonista, o al menos no directamente. Porque el foco va dirigido hacia su esposo, el rey Federico, quien siguiendo con nuestro juego de palabras, en estos momentos se encuentra absolutamente desenfocado. Fuera de onda, desaparecido, 'missing'. Y es su esposa, una Mary que arrasa con todo, a la que estos días hemos sorprendido con gestos muy llamativos, la que se sitúa al frente.
Desde que el pasado 14 de enero el monarca tomase el relevo tras la histórica abdicación de su madre, la reina Margarita, sus apariciones oficiales han sido contadísimas. Una práctica de lo más extraña para un soberano que acaba de ocupar el puesto y en principio debe dar ejemplo. Pero lo de dejarse ver parece que no va con él.
El rey Federico, ausente; la reina Mary, muy ocupada
Esta actitud contrasta poderosamente con la de su esposa. Solo esta semana, la reina Mary ha cumplido con tres compromisos oficiales. Mientras tanto, la agenda del soberano continúa vacía. Tres a cero. Un resultado muy desigual y nada satisfactorio, por lo que se le comienza a criticar sin reparos en su país. ¿Dónde está su rey?
Además, tenemos que recordar que los reyes han sido noticia, y no precisamente positiva, por las vacaciones que se han tomado apenas aterrizados en el trono. Hasta en dos ocasiones Federico y Mary se han marchado con sus cuatro hijos a la estación de esquí de Verbier (Suiza), donde poseen un chalet de montaña.
La última vez esta pasada Semana Santa. Allí, por cierto, la frialdad de la nieve se contagió al propio matrimonio. La complicidad de antaño se ha esfumado.
Unos viajes privados que han puesto un paréntesis, seguramente demasiado temprano, en la recién nacida agenda de los monarcas.
Pero Federico es el rey y eso marca la diferencia. El peso de las apariciones públicas debe recaer sobre sus hombros y, sin embargo, ahora mismo la cara visible de este flamante nuevo reinado es Mary.
Es cierto que su figura es una de las mejor valoradas dentro de la monarquía danesa y que, tras casi veinte años en la realeza, ha demostrado con creces su enorme valía. Tanto es así que su suegra la distinguió hace unos años con el título de Regente en caso de necesidad. Y una vez proclamada soberana, su papel ha cobrado una mayor importancia.
La excesiva seriedad de Mary de Dinamarca, a debate
En cada una de estas salidas se ha medido al milímetro cada uno de los gestos de la consorte. De un tiempo a esta parte a nadie se le escapa que la antes siempre sonriente Mary, de vez en cuando es pillada en algún renuncio y su rostro lo dice todo: seria, cariacontecida, sobria.
Nadie olvida tampoco una de las causas seguras de su desazón. Aquel paseo de su esposo con la mexicana Genoveva Casanova por Madrid ha hecho tambalear los cimientos de su matrimonio. Aunque nadie ha dado explicaciones, y mucho menos la Casa Real sobre un asunto que considera "privado", las consecuencias están ahí.
En las pocas veces que hemos visto a Federico y Mary juntos llevando a cabo actos oficiales, sus caras y sus cuerpos 'hablan'. Apenas se miran, no se tocan y casi ni se dirigen la palabra. Las sonrisas y tiernas miradas que antes se dedicaban, ahora valen oro. El "affaire Genoveva", tenga o no base de autenticidad, ha provocado una crisis que nadie puede negar.
Aquello sucedió a finales del pasado octubre. Después vino la sorprendente abdicación de la reina Margarita, anunciada en Nochevieja, y la proclamación de los nuevos reyes Federico y Mary. Una decisión que se percibió como precipitada y destinada a correr un tupido velo sobre la amistad de Federico con Genoveva. Ni el beso de los reyes en el balcón de palacio hizo acallar los rumores.
La nostálgica salida juntos de Federico y Mary de Dinamarca
La última aparición conjunta de Federico y Mary se remonta al pasado 21 de marzo, cuando ambos asistieron a la inauguración de la exposición "Federico X. Rey del mañana", que tiene lugar en el Museo Amalienborg, en el Palacio de Christian VIII.
En la misma se alzaba tras una vitrina el traje de novia de Mary. Sin duda una visión que provocaba nostalgia, y más cuando la pareja está a punto de celebrar su 20º aniversario de boda, el próximo 14 de mayo. Para colmo, una de las exnovias de Federico acaba de dar unas declaraciones sobre su relación.
Para encontrar un acto en solitario del monarca tenemos que retroceder al pasado 22 de marzo, cuando hizo entrega de unas medallas a varios investigadores en la Sociedad para la Promoción de Estudios Naturales por el 200º aniversario de la institución. Desde entonces, nada.
La 'desaparición' del rey Federico del panorama oficial comienza a suscitar cierta inquietud. La reina Mary avanza imparable, mientras su esposo mete el freno. Aunque esta situación podría ser una estrategia de la Casa Real hasta que el temporal amaine, tampoco parece lo mejor para 'promocionar' al Jefe de Estado.
La próxima reaparición anunciada: el 56 cumpleaños del rey Federico
De momento, la Casa Real acaba de anunciar una nueva salida de sus monarcas: el rey Federico cumplirá 56 años el próximo 26 de mayo y han preparado una ceremonia especial de Cambio de la Guardia Real en la plaza situada frente al palacio de Amalienborg, en Copenhague: "Su Majestad y la Familia Real aparecerán en el balcón de Federico VIII a las 12 del mediodía", según consta en la nota oficial.
Es de suponer que dentro del concepto "Familia Real" se refieren a su esposa, la reina Mary, y sus cuatro hijos; los príncipes Christian, Isabella, Vincent y Josephine. Aunque, como reza el dicho, "largo me fías...". También es de esperar que Federico y Mary vuelvan a reaparecer en pareja antes de esa fecha y que de esa manera logren tranquilizar a la opinión pública, que últimamente no gana para sustos.