El príncipe Harry ha salido de su retiro para mostrar su cara más amable y sonriente. Tiene que ver con la lectura, los cuentos infantiles... Sí, porque aunque desde el pasado 1 de abril ya no pertenece de manera oficial a la primera línea de la realeza británica, todavía sigue participando en iniciativas que le apetecen. Eso sí, sin representar a la Corona de su abuela la reina Isabel II. En este caso, el duque de Sussex se ha unido a la celebración del 75 aniversario del personaje infantil Thomas the Tank Engine. La nueva entrega especial de sus aventuras es animada y se titula 'Thomas and Friends: The Royal Engine', y en su trama incluye nada menos que a su padre, el príncipe Carlos de Inglaterra, y a la propia soberana.
Sentado en un sillón de cuadros en medio de un salón de estilo clásico, al pie de una chimenea (apagada), el príncipe Harry posa muy sonriente con el libro entre sus manos. Viste de manera informal, pero arreglado, con una americana, vaqueros y unos botines de ante de tipo Chelsea. Se le nota encantado, y no es para menos pues él mismo es fan de esta serie desde su infancia.
El príncipe Harry asegura que guarda "muy buenos recuerdos de crecer con Thomas y transportarme a nuevos lugares a través de sus aventuras. Thomas ha sido una agradable y familiar cara en muchas familias durante los últimos 75 años, entreteniendo, educando e inspirando a los niños en cuestiones importantes gracias a sus emocionantes historias y personajes".
Lo cierto es que Harry de Inglaterra grabó este mensaje el pasado enero, antes de su inesperado anuncio de abandonar la vida real y mudarse a Canadá junto a su esposa, Meghan Markle, y su hijo, Archie Harrison. Por supuesto, todos los beneficios que se obtengan de su venta irán a parar a actividades benéficas. Esa es la línea que los duques de Sussex se han impuesto en su nueva andadura como personas "independientes económicamente", tal y como anunciaron en su comunicado de salida de los Windsor.
De momento, Harry y su familia llevan ya unas semanas instalados en su nuevo hogar y ciudad. Los Ángeles los ha acogido con los brazos abiertos (no tanto el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quien incluso se atrevió a escribir un tweet en el que decía directamente que su país no iba a pagar por la seguridad privada de los duques de Sussex). Harry y Meghan han estado prácticamente desaparecidos desde su llegada a California, de donde es originaria la actriz y donde vive su madre, Doria Ragland.
Solo se les ha visto, y casi de incógnito, visitar el centro Project Angel Food, una organización solidaria que se dedica a cocinar, preparar y distribuir comidas a personas que padecen enfermedades crónicas. No les faltaban sus gorras, mascarillas y guantes, lo que hacía más difícil su identificación. Pero son inconfundibles y fueron captados en plena maniobra de entrada y salida de la ong y posteriormente cargando bolsas de comida en un automóvil para entregárselas a sus destinatarios.
Por otro lado, justamente en esos días se hacía pública una entrevista de promoción de 'Los elefantes', el documental sobre naturaleza de la compañía Disney Plus al que Meghan Markle ha puesto voz. Es el primer trabajo oficial de esta nueva etapa que el matrimonio ha empezado con tantas ganas. Aunque las críticas como narradora no han sido del todo buenas, tachándola de cursi en exceso. En las declaraciones a las que aludimos, grabadas el pasado verano, pero emitidas ahora, Meghan confiesa su debilidad por estos animales, por el medioambiente y asegura que "son más parecidos a nosotros de lo que creemos".
En unos días, el próximo 6 de mayo, Harry y Meghan tienen otro importante acontecimiento familiar que celebrar: el primer cumpleaños de su hijo. Desde que nació han sido contadas las ocasiones en las que se ha visto en público a Archie: su presentación, su bautizo, de viaje por Oceanía y, posteriormente, a través de fotografías o vídeos en redes sociales, como en la felicitación navideña de sus padres. La familia Windsor casi no ha tenido contacto directo con él, un punto muy criticado en Reino Unido, ya que sus bisabuelos paternos, la reina Isabel y su marido, Felipe de Edimburgo, pasan ampliamente de los 90 años y no hay tiempo que perder.
En medio de estas gratas noticias en el seno de su hogar, los duques de Sussex continúan en su batalla contra los medios que ellos consideran que manipulan la información sobre sus vidas. Hace una semana mandaban un comunicado en el que vetaban a cuatro cabeceras británicas, entre ellas el popular diario Daily Mail, contra el que estos días ha comenzado un juicio por la demanda que Harry y Meghan interpusieron a raíz de la publicación de una carta privada enviada por la duquesa a su padre, Thomas Markle.