La reina Isabel II pasa las primeras navidades sin su marido, el duque de Edimburgo, al que le dedica unas bonitas palabras en su discurso de Navidad más atípico.
La reina Isabel II está viviendo sus navidades más atípicas. Son las primeras que pasa sin su marido, el duque de Edimburgo, que falleció el pasado mes de abril a los 99 años. A él le dedica sus palabras más sentidas durante el discurso de Navidad que se emitirá este 24 de diciembre en Reino Unido. A sus 95 años, Isabel II le rinde un sentido homenaje al que fue su compañero de vida.
El palacio de Buckinhgam ha hecho pública una imagen de Isabel II durante el discurso de Navidad que grabó la semana pasada en el escritorio de la White Drawing Room del Castillo de Windsor. En ella podemos ver a la reina luciendo un vestido rojo de manga larga de la firma Angela Kelly.
Junto a ella aparece una foto junto a su marido, el duque de Edimburgo. La instantánea fue tomada en Bradlands (Hamposhire) para conmemorar sus bodas de diamante. Esta foto está elegida a conciencia, ya que es la primera Navidad que pasa sin su marido, que falleció en abril.
La reina Isabel luce un look muy navideño en su discurso de Navidad
No pasa desapercibido el detalle que Isabel II ha añadido a su look, con el que recuerda a su marido. Y es que además de lucir un collar de perlas de tres vueltas, la reina lleva un broche con un crisantemo de zafiro que llevó en 1947 durante la sesión de fotos que realizó con motivo de su luna de miel.
Ese mismo broche lo llevó para una sesión de fotos con motivo de su luna de miel
La reina no va a pasar esta Navidad atípica por la ausencia de su marido. La delicada situación provocada por la variante ómicron y por el aumento de contagios por el virus ha hecho que la reina haya tomado la decisión de no pasar la Navidad en su finca de Sandringham, como hace todos loa años. Debido a la situación, la reina Isabel está instalada en el Castillo de Windsor. Allí pasará la Nochebuena con un grupo reducido de familiares. No estará con ella su hija, la princesa Ana, que está confinada tras el positivo en Covid-19 de su marido.
Los planes de la reina Isabel también se han visto afectados
La primera en sufrir las consecuencias de esta reformulación de sus planes ha sido la propia reina Isabel II de Inglaterra y es que ha decidido que no viajará a Sandrigham House, su residencia en Norfolk, en el norte de Londres, donde tradicionalmente pasa la Navidad junto a su familia y donde suele alargar su estancia hasta los primeros días de febrero.
Así lo filtraron fuentes cercanas a palacio, que aseguraron que “se seguirán las pautas apropiadas” marcadas por el gobierno británico para minimizar el impacto del coronavirus en su territorio y entre sus ciudadanos. Esta misma fuente aseguró que ha sido decisión “personal” de la misma reina Isabel II después de una “cuidadosa consideración” de los riesgos que se corren hoy en día y con intención de dar ejemplo a sus súbditos en tiempos de crisis.
Una determinación que ya le llevó el pasado domingo a cancelar el habitual servicio religioso celebrado en el castillo de Windsor y cuya eliminación de la agenda estaba propiciado para asegurar el encuentro de la familia en Sandringham, como así lleva sucediendo desde 1988 y que, este año, por segunda vez consecutiva, no podrá celebrarse finalmente.