Kate Middleton sigue centrada en su recuperación enAnmer Hall. Su impresionante casa fue un regalo de bodas por parte de Isabel II, siendo allí donde están creciendo sus tres hijos y donde ha vivido sus mejores y peores momentos. Sobre todo en los últimos meses, cuando el cáncer golpeó con fuerza su puerta. Allí pasa sus días, también sus noches, y es en esos instantes cuando la princesa de Gales trata de apoyarse en los suyos. 

A pesar de que son muy pocos los que conocen qué sucede de puertas para dentro en su hogar, hay veces que esto se filtra. De hecho, hay momentos en los que incluso son los propios protagonistas los que hablan de ello. Nos referimos a la confesión del príncipe Guillermo, quien a principios de mes contó a un vecino de Cornwall algo inesperado. Tras acercarse a acariciar a un perro de un curioso llamado Louis Harland y tocar a Jack, su mascota, contó que Orla, su can real, duerme con él y con Kate "de forma habitual". 

"Guillermo quedó absolutamente prendado de mi perrito. Preguntó de qué raza es y dijo que nunca la había visto (es un Cockerjack), así que la suya es una combinación bastante única. Su perrita duerme con él y con Kate por la noche, en su cama", explicó el vecino. Orla es una perrita cocker spaniel de color negro y en más de una ocasión ha acompañado a la familia real británica en citas importantes. 

Kate Middleton adora a su perro

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La mascota de los príncipes de Gales fue un regalo del yerno del príncipe Guillermo

Nació de una camada que tuvo Luna, la perra de James Middleton, hermano de Kate. Fue en el año 2020, fecha en la que él anunció que había encontrado padres adoptivos para sus mascotas. "Se van a hogares maravillosos", contó. Una raza que, a parecer, ha estado muy presente en la vida de Guillermo y Kate. En el año 2012 cuando destinaron a Guillermo de Inglaterra a las Islas Malvinas, James Middleton les regaló a Lupo, otro spaniel. Este falleció solo meses después de la llegada de Orla. 

Así vivieron la muerte de Lupo en el año 2020

"Se quedaron destrozados cuando Lupo se murió, algo que entenderá cualquiera que haya tenido perros, pero la nueva perrita llegó antes de su marcha. Esperaban que su llegada le brindase un poco más de compañía y le diese energías. La nueva perrita es adorable y toda la familia está perdidamente enamorada de ella", deslizó su entorno. Justo después de su pérdida Kate se refirió a Lupo como "el corazón de la familia durante nueve años". "Le echaremos mucho de menos". 

Orla ha conquistado por completo a su familia, tanto que incluso apareció en el vídeo en el que Kate Middleton anunció el fin de su tratamiento contra el cáncer. Ha sido ella quien ha acompañado a Kate durante su lucha y quien le ha seguido durante sus últimos viajes. Daba igual cuál fuera su destino. Pero no solo Kate adora a esta mascota, también su hija Charlotte, a la que hemos visto junto a Orla en diferentes momentos de su vida. 

La princesa de Gales está muy unida a su perra

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Ellos, al igual que su abuela, son grandes amantes de los perros. Recordemos cuánto adoraba la Reina Isabell a sus corgi, los cuales fueron adoptados por el príncipe Andrés y por su exmujer, Sarah Ferguson, tras su muerte. A lo largo de sus 70 años de reinado tuvo más de 30 perros, los cuales coparon titulares y dejaron grandes historias en la Corona Británica.

Fue justo un año después de su marcha cuando Sarah Ferguson escribió un mensaje de despedida. "Me confió el cuidado de sus corgis, Sandy y Muick, y estoy encantada de deciros que se encuentran estupendamente", contó la duquesa de York. 

Las mascotas de la Familia Real Española

En España también tienen perros muy especiales. Lo mostró la Infanta Sofía cuando hizo las maletas y viajó a Reino Unido para cursar bachillerato. Entonces pudimos ver a Jan, un labrador al que ella está muy unida. En los últimos meses pasó un bache de salud por el que tuvo que ser operado, en concreto, de un oído, aunque afortunadamente todo salió perfecto. 

Confiaron en una clínica concreta para cuidar a su perro, al igual que hacen con los caballos de escota real. Un gusto, el de los perros, que siempre ha tenido don Juan Carlos. Durante más de 25 años tuvo un criadero de golden, algunos de ellos eran vendidos, otros se regalaban y otros se quedaban para siempre en el Palacio de la Zarzuela.