Normalmente las casas reales de todo el mundo contemplan cualquier posibilidad que les pueda acaecer. Las contingencias ante un posible contratiempo les ayudan a intentar tener control hasta de las cosas que no tienen control normalmente. Algunos de los planes de contingencia más importantes de cualquier casa real giran en torno a la eventual posibilidad de que uno de sus miembros fallezca. En la Casa Real británica normalmente estos planes tienen nombres de puentes. La planificación del escenario de la muerte del actual monarca, Carlos III, es conocida como “Operación Puente Menai”.
Estos planes se van actualizando y revisando cada poco tiempo para asegurar que siempre están preparados para ser lo más operativos posible. El primer paso de esta operación sería la notificación a todos los Primeros Ministros de los estados miembro de la Commonwealth, una vez este paso se haya cumplido, sería la BBC la encargada de comunicar a Reino Unido y al mundo el deceso del monarca. Una vez anunciado el óbito, comenzarían a rendirse distintos tributos, comenzando por la instauración de diez días de luto nacional.
Como ya pasó con su madre, la Reina Isabel II, el cadáver del monarca se velaría en capillas públicas en distintos puntos del país para que los británicos le brindaran sus respetos. La primera se instalaría en la ciudad de Edimburgo, en Escocia. Después los restos fúnebres viajarían hasta Londres. Tras estos cortejos fúnebres, el monarca recibiría un funeral de estado y posterior sepultura, marcando el inicio del reinado de su sucesor, Guillermo V. Pero, el final del reinado de Carlos III y el inicio del de Guillermo V ¿Qué supondría para la actual Reina Camilla? ¿Cómo cambiaría su vida?
La realidad de Camilla tras la muerte de Carlos III
La última vez que una consorte sobrevivió a su marido en Reino Unido fue el 6 de febrero de 1952 cuando Isabel Bowes-Lyon sobrevivió a su marido Jorge VI, que falleció mientras dormía a causa del cáncer de pulmón que padecía. En aquel entonces, Isabel pasó de ser la Reina Consorte a ser la Reina Madre, mujer y madre de monarca. Durante un año se dio la curiosa circunstancia de que en Buckingham convivieran tres reinas: la Reina Isabel II, la Reina Madre Isabel Bowes-Lyon y la Reina Madre María, madre del desaparecido Jorge VI que fallecería en marzo de 1953.
Pero, si mañana falleciera el Rey Carlos III la situación sería muy distinta para su consorte, la Reina Camilla. Antes de fallecer Isabel II comunicó a la nación su deseo de que la consorte de su hijo fuera conocida como “Reina Camilla” y este loable gesto, si bien fue un espaldarazo a la imagen de Camilla, no cambia su realidad vital. Camilla no es la madre de los hijos del monarca y por ello, el siguiente Rey de Reino Unido no tendrá su sangre. Esta inevitable realidad genética hace que no sea posible conceder a Camilla el tratamiento de Reina Madre.
Si la Reina Camilla sobrevive a Carlos III será conocida como la Reina Viuda. Un título en desuso desde 1837, cuando a Guillermo IV le sobrevivió su mujer, la Reina Consorte Adelaida que pasó a ser conocida como Reina Viuda tras la proclamación de la sobrina de Guillermo IV, la Reina Victoria.
Cambio de residencia y obligaciones sin definir
Los detalles de esta nueva vida de camina, seguramente estén perfectamente definidos en algún detallado plan de contingencia, pero los detalles de cuáles serían sus nuevas obligaciones y derechos no son de dominio público. Lo que es obvio es que tendría que abandonar Buckingham Palace, ya que el palacio está destinado a ser residencia oficial de los monarcas, por eso, pasaría a ser la residencia de Guillermo y su consorte, la Reina Kate. Un movimiento en el que el Rey Carlos ha puesto muchos esfuerzos en los últimos meses adquiriría ahora especial relevancia.
En los últimos meses Carlos III ha centrado esfuerzos en que su hermano, el Príncipe Andrés, abandonara uno de los edificios del Royal Lodge. Detrás de este empeño personal se escondería la necesidad de acondicionarlo para que fuera en un futuro en solitario, la residencia oficial de la Reina Viuda Camilla. Este detalle podría no ser más que un paso normal dentro de los preparativos habituales de este tipo de operativos, pero también podría esconder que las cosas no marchan como debería en su tratamiento contra el cáncer y la realidad de la “Operación Puente Menai” se encuentre más cerca de lo que pensamos. Solo faltaría ver cuál sería la relación entre la Reina Viuda y el resto de la familia del Rey Carlos III una vez él ya no estuviera para mediar entre ambas partes. ¿Viviría desde ese momento la Reina Viuda centrada en sus hijos y nietos? Solo el tiempo lo dirá.