Charlene de Mónaco ha decidido dar al traste con los rumores sobre su situación anímica con una fórmula infalible. Después de que la prensa extranjera diera la voz de alarma, la mujer de Alberto II se ha dejado ver dos veces en el mismo día para demostrar que está bien. Como mínimo, de cara a la galería.
Tanto se está esforzando la princesa y su equipo de comunicación por revertir los efectos de las especulaciones, que habían alcanzado un nivel inédito dentro y fuera del Principado, que también ha roto su silencio. Un movimiento muy llamativo porque pocas veces se presta a dar declaraciones en público.
El llamativo cambio de estrategia de Charlene de Mónaco para acallar los rumores
Todo parece indicar que Charlene de Mónaco está cada vez más aislada en su pompa de cristal monegasca. O eso es lo que afirman los medios de comunicación extranjeros. A los rumores de crisis en su matrimonio con Alberto II de Mónaco, se suma su delicado estado anímico. "Está rodeada de gente y tiene sus propios trabajadores a su servicio, pero está completamente sola y, en gran medida, muy protegida", apuntaba hace una semana el 'Bunte'. Desde hace tres años, la exnadadora olímpica apenas atiende compromisos institucionales y su desaparición en redes sociales desde 2023 tampoco ha ayudado a calmar las aguas.
Resulta curioso que, a los pocos días de que su sonada ausencia sostenida en el tiempo y las informaciones sobre su soledad hicieran saltar todas las alarmas, la cuñada de Carolina de Mónaco haya vuelto a la palestra pública a lo grande y por partida doble. Primero, acudió al evento de la entrega de la antorcha olímpica a su paso por el Principado. Recordemos que el 26 de julio comienzan los Juegos Olímpicos en París y, hasta ese día, la simbólica llama se está paseando por todos los continentes para recordarle al mundo el objetivo principal detrás de la importante cita: la unión entre los pueblos a través del deporte.
Los responsables de 'recibirla' en Mónaco fueron los soberanos del país. A Charlene se la vio rejuvenecida y contenta sujetando la antorcha, aunque personificando esa mirada triste que combina con una media sonrisa confusa. Aunque todas las miradas estaban puestas en ella, fue su marido quien protagonizó el citado evento por su gran transformación física. La princesa, en cambio, estaba guapísima, vestida con look de deporte. Por la noche, la pareja atendió la 63.ª edición del Festival Internacional de Televisión, celebrado en Montecarlo. De nuevo, volvió a brillar con luz propia, ataviada con un vestido blanco de gala con sutiles transparencias y capa, al más puro estilo diosa griega.
Las palabras de una emocionada Charlene de Mónaco al recordar su pasado
Fue durante la ceremonia de entrega de la llama olímpica la ocasión perfecta para que Charlene de Mónaco se arrancara a hablar con la prensa ahí presente. Una actitud que no suele desplegar porque prefiere (o es mandato real, quién sabe) darle todo el protagonismo a su marido. Aunque se mantuvo, como ya es costumbre, en un discreto segundo plano, le fue inevitable referirse a una de las etapas más felices de su vida debido al contexto, para ella, del todo emotivo.
Antes que princesa, la mujer de Alberto II fue nadadora olímpica. A los 8 años se convirtió en profesional en su Sudáfrica de acogida y participó en los Juegos Olímpicos de 2000 celebrados en Sídney junto al equipo de relevos del país africano, donde se crio. Ella y sus compañeras quedaron quintas. Es por eso que la cita con la antorcha tenía un especial significado para ella. "Ha sido un gran honor que ha despertado muchas emociones de los días en que participaba y representaba a mi país", han sido sus escuetas palabras.
La complicada situación de la mujer de Alberto de Mónaco
Las dos reapariciones de Charlene de Mónaco contrastan con las especulaciones sobre su estado anímico y mental que no son baladí y tiene sentido. Su salud siempre ha sido motivo de preocupación y comentarios después de su ingreso en un hospital de Sudáfrica entre los años 2021 y 2022. Una hospitalización al que puso fin aquel mismo año para volver a internarse, esta vez, en un centro de Suiza, donde terminó de recuperarse. Tras meses de ausencia, volvió a Mónaco y a la vida pública en abril de 2022, con un posado familiar junto a Alberto II y los dos hijos que tienen en común, los gemelos Jacques y Gabriela.
Debido a su historial médico, cada aparición de la princesa es analizada con lupa. El parte positivo, a pesar de los rumores que la tienen en el centro del foco mediático, es que, durante su cita olímpica y la posterior gala nocturna, se la ha visto especialmente relajada e, incluso, compartiendo gestos de cariño con su marido. "La pareja real se mostró inusualmente enamora y tierna", sentencia el 'Bunte'.