Pasan los años y Carlota Casiraghi continúa siendo una de las 'royal' más buscadas y que más expectación genera allí donde va. La hija de Carolina de Mónaco ha acaparado todo el protagonismo en el Festival de Cine de Cannes, donde se ha dejado ver como una estrella más en la alfombra roja. Eso sí, sin su nuevo novio.
Tras su mediático divorcio de Dimitri Rassam tras siete años juntos y un hijo en común, la princesa se ha dado un paseo por la cita por antonomasia del cine francés, donde reside Coincidencia o no, su exmarido hizo lo propio hace unos días en compañía de su madre.
La invitada más esperada: Carlota Casiraghi rompe con la moda de Cannes
Todo lo que rodea a Carlota Casiraghi recibe un seguimiento mayúsculo y, en esta ocasión, no ha sido diferente. La princesa de Mónaco ha sido la gran invitada a la última alfombra roja de la 77º edición del Festival de Cannes, desplegando todo el glamour del que siempre hace gala y una elegancia innata, heredara de su madre, Carolina de Mónaco. Con la aparición de la 'royal', la monarquía europea ha quedado perfectamente representada. Como si fuera una actriz del séptimo arte, la joven ha hecho su entrada triunfal en el Grand Théâtre Lumière, donde se ha codeado con estrellas de la talla dela gran Catherine Deneuve.
Para la especial cita, la ya exmujer de Dimitri Rassam se ha enfundado en un vestido de una simpleza y una discreción tal que solo alguien como ella es capaz de lucir con propiedad y sin que resulte descontextualizado. No le han hecho falta ni plumas ni lentejuelas ni colores llamativos ni tampoco lazos XXL, el común denominador de los estilismos que se han visto en las sucesivas jornadas del festival, desde Paz Vega hasta Demi Moore. Carlota Casiraghi ha dado al traste con cualquier moda del momento en lo que se refiere a vestidos de fiesta y ha optado por un look minimalista muy alejado de los que se suelen ver en la alfombra roja, llenos de color y detalles.
La pieza nostálgica y muy nupcial de la hija de Carolina de Mónaco para acudir a Cannes
Muy atractiva, Carlota Casiraghi se ha decantado por un vestido muy veraniego de tirantes y escote recto, con botones joya a los laterales, de su siempre infalible Chanel. La falda era plisada, de doble forro y leve apertura central que no dejaba ni un milímetro de pierna a la vista. La alianza entre la princesa y la firma francesa se ha anotado un nuevo tanto con este modelo de alta costura e inspiración nupcial que ha recuperado de la colección primavera-verano 2020. Cabe recordar que Carlota Casiraghi es imagen de la maison francesa desde hace cuatro años, aunque luce sus diseños de forma habitual desde hace décadas.
Probablemente, el estilismo de la princesa no pasará a los anales de esta edición como uno de los más recordados, pero sí de los más discretos y, de algún modo extraño, acertado. Carlota Casiraghi ha cerrado el look con unos tacones de charol de color negro, bolso joya de color gris metalizado y unos pendientes largos de diamantes a juego. El pelo al aire y su maquillaje natural le ha dado esa frescura que ya es parte de su identidad indeleble, da igual la edad que tenga y los años que pasen.
La cita que ha unido a la princesa de Mónaco y su exmarido
La aparición Carlota Casiraghi en el Festival de Cannes ha sido una sorpresa mayúscula. Esto teniendo en cuenta que su exmarido, el productor francés Dimitri Rassam, está presentando su último trabajo en la cita cinéfila. Es por eso que no se ha confirmado su asistencia hasta el último momento. Desde que salieron a la luz las fotos que destapan su nuevo romance (y que te ofrecimos en exclusiva desde revista SEMANA), la princesa de Mónaco ha redoblado sus esfuerzos por mantener su vida alejada del foco mediático. Sus apariciones públicas se cuentan con las manos.
El responsable de haberle devuelto a la sonrisa a la también filósofa es el escritor Nicolas Mathieu, con quien comparte su pasión por la literatura, las letras y los grandes pensadores. El francés es muy conocido en los círculos intelectuales de París, donde trasladó su residencia Carlota Casiraghi hace años. A sus 37 años, la joven ha rehecho su vida con su nuevo novio, de 45 años, al tiempo que cuida de sus dos hijos, Raphaël, fruto de su relación con el cómico Gad Elmaleh, 15 años mayor que ella, y Balthazar, que tuvo con Rassam.
Fueron unas imágenes del Nicolas Mathieu saliendo del exclusivo piso de la royal las que confirmaron el nuevo romance. Aunque ninguno de los protagonistas ha confirmado la relación, la prensa francesa y la del principado dan por hecho que la princesa de Mónaco ha pasado página y su matrimonio es ya una cuestión del pasado.