El Festival de Cannes ha dado el pistoletazo de salida con una alfombra roja de excepción y con una protagonista indiscutible: Meryl Streep. La actriz ha recibido la prestigiosa Palma de Oro de Honor de la mano de otra grande, Juliette Binoche, en reconocimiento a su exitosa carrera en el séptimo arte. Un prestigioso galardón que se suma al Princesa de Asturias que recibió la estadounidense el pasado mes de octubre en Oviedo, cuando se arrancó a bailar al son de las gaitas.
La inauguración de la fiesta francesa del cine por antonomasia se ha llenado de estrellas que han desplegado sus mejores y peores looks. Una auténtica pasarela de glamour (y alguna que otra excentricidad) donde el color rojo, las plumas blancas y las dramáticas aperturas en los laterales de los vestidos se han impuesto frente a otras modas del momento.
Meryl Streep vuelve a demostrar por qué es una de las mujeres más elegantes que existen
Haciendo gala de la discreción y la elegancia que la caracterizan (y sabe lucir como nadie), Meryl Streep ha hecho su paseíllo por la alfombra roja de Cannes enfundada en un precioso vestido blanco, impoluto y con una caída perfecta hasta el suelo. Lo más parecido a una bata de estar por casa con cola, pero de un nivel de perfección y glamour asombroso. El efecto drapeado en el lateral daba la sensación de estar anudado, dejando una pequeña apertura en el escote del todo comedido.
Otra de las que no ha fallado a su cita con Cannes ha sido la icónica Jane Fonda. A sus 86 años, la estadounidense ha roto con cualquier protocolo y ha optado por un estilismo conformado por pantalón y cuerpo de encaje con solapas, ambos en negro, que ha cerrado con un imponente abrigo animal print. Acompañando el look salvaje, unos pendientes cascada de infarto y gargantilla a juego, ambos de diamante. La intérprete de la inolvidable 'Grace y Frankie' se ha deshecho de los tacones y, en cambio, se ha decantado por unos zapatos-bailarinas bajos en gris metalizado. Simplemente perfecta.
El batacazo de Juliette Binoche, la otra protagonista (y anfitriona) de la noche
No ha acertado, aunque reconocemos el intento. La francesa Juliette Binoche, quien ha sido la responsable de entregarle el preciado galardón a Meryl Streep, ha sido una de las peores vestidas de la velada. No ha convencido ni su vestido rojo lleno de pliegues y escote tipo barco, ni tampoco las sandalias con plataforma imposible en la misma tonalidad, con las que no sabemos si intentaba estar a la altura de la premiada de manera simbólica. Un despropósito se mire por donde se mire.
Para acabar de completar el batacazo, su pelo. La actriz se ha decantado por el peinado 'wet look' o efecto mojado hacia atrás que, en ningún caso, le favorecía. Daba la sensación que le había caído una tromba de agua de camino a la alfombra roja y no ha encontrado un secador cerca para arreglar el estropicio. Otro detalle que no ha pasado desapercibido y que hubiera "mejorado" el estilismo de Juliette Binoche es la ausencia de una pieza de joyería imponente en el cuello que, como mínimo, hubiera desviado las miradas de su desafortunado pelo, vestido y sandalias.