Algo parece haber cambiado en él. Esto es lo que han percibido los testigos del último acto oficial de Carlos III, celebrado este martes 9 de mayo, pues ha dejado su lado grosero para mostrar el más amable. Solo unos días después de ser coronado en la Abadía de Westminster el monarca ha retomado su agenda y ha acudido al lugar en el que se construirá un nuevo laboratorio de alta tecnología en Cambridge, donde sin esperarlo ha tenido que 'socorrer' a una de sus trabajadoras. La directora emérita del Instituto de Cambridge , Dame Pollu, veía atrapado su zapato en el césped, instante en el que el hijo de Isabel II corría en su ayuda. "Ha sido muy amable. Mi zapato se atascó en el suelo y él me ha ayudado", decía ella a la prensa.
Una cita en la que incluso Carlos se ha atrevido a coger una pala para intentar excavar en el punto justo en el que estará este edificio especializado en el área aeroespacial y energía. Este detalle era parte del guion, a diferencia del bonito gesto que ha tenido con Dame, que sin esperarlo veía atrapado su zapato en el césped. "Haré un poco de jardinería", decía entre carcajadas, un talante que nada tiene que ver al que ha mostrado en los últimos meses. De hecho, este mismo sábado, antes de que diera comienzo la ceremonia se le pudo ver enfadado con su hijo Guillermo, pues los tiempos no cuadraron con lo que él tenía estipulado en su cabeza.
"No puedo decirles la alegría que siento al estar aquí, en mi tercera visita. Ya os estaréis hartando de mí", decía Carlos III ante los presentes. Una visita que no se ha extendido demasiado en el tiempo y tras la que se ha dirigió a Sandringham, su finca de Norfolk, donde está con Camilla y donde ambos recargarán pilas tras un intenso fin de semana. "Ya no será posible dedicar tanto de mi tiempo y energías a las organizaciones benéficas y los asuntos que tanto me importan, pero sé que este importante trabajo continuará en las manos confiables de otros", ha asegurado. El Rey debe adaptar su nuevo rol y ajustarse a sus nuevas obligaciones, pero eso no quita que deje de lado todo en lo que ha creído.