Federico de Dinamarca vuelve a estar en el centro de la polémica, pero, en este caso particular y que no sirva (o así) de precedente, de forma involuntaria. Aunque lleva meses protagonizando titulares por sus imágenes con Genovesa Casanova, las tornas han cambiado y es su mujer Mary y sus hijos quienes están en boca de todos.
La última aparición pública de los soberanos del país nórdico a propósito del último día de colegio de su hijo Christian ha hecho saltar por los aires la tranquilidad entrecomillada del matrimonio. ¿El motivo? Los carísimos gustos estilísticos de la Reina consorte y los príncipes que no ha hecho, sino, generar un aluvión de críticas.
La estampa idílica de Federico y Mary de Dinamarca que ha desatado la polémica
La "limpieza de imagen" a la que está sujeto Federico X tras salir a la luz su cita por Madrid con Genoveva Casanova el pasado octubre no está dando los resultados esperados. Todo lo que hace y no hace el rey se mira con lupa y al detalle. Tanto es así que nada de él, actitudes y apariencia, pasa desapercibido. Lo que resulta llamativo es que, a raíz de este análisis minucioso, Mary de Dinamarca también se ha visto perjudicada. Nada hacía prever este desenlace de los acontecimientos después de la idílica estampa que trasladaron en su última aparición conjunta, con foto familiar incluida.
El día lo merecía. El pasado lunes 24 de junio, Christian de Dinamarca dio por finalizado sus estudios de bachillerato en el exclusivo colegio Ordrup Gymansium. El heredero al trono de una de las monarquías con más tradición de Europa, celebraba el fin de su etapa educativa en compañía de sus famosos padres y sus tres hermanos, Isabella y los gemelos Josephine y Vincent. Un momento clave en el que Mary y Federico de Dinamarca trasladaron una imagen de unidad en medio de las especulaciones sobre su distanciamiento.
El carísimo estilismo de Mary de Dinamarca y su hijo, no apto para todos los bolsillos
Nada se dejó a la improvisación para esta importante cita. Y, sin embargo, el tiro les ha salido por la culata. Si no a los monarcas, sí a su equipo de comunicación. Federico y Mary de Dinamarca aparecían muy conjuntados, ella con falda con motivos florales de tonos anaranjados sobre blanco y él con un look elegante, pero informal, en el que destacaba sus pantalones caqui, en sintonía con las tonalidades del perfecto atuendo de su mujer.
Hasta ahí todo normal hasta que el portal 'UFO No More' ha desvelado el importe no apto para todos los bolsillos de los estilismos de la reina y algunos de sus hijos. Un derroche de ostentación que no ha pasado desapercibido para la opinión pública danesa. Para empezar y según relata el citado medio, el príncipe heredero llevaba una camisa de la firma Prada valorada en 1.555 euros. A esto hay que sumar el reloj Rolex que portaba en su mano izquierda, de 8.847 euros y las zapatillas beige de la marca Lanvin, de aproximadamente 550 euros. En total, Christian vestía prendas y accesorios por valor de 10.952 euros.
Mary de Dinamarca tampoco se quedaba atrás. Se estima que su falda de flores de la lujosa casa Zimmermann le costó 1.500 euros, que combinó con la camisa blanca de Bagutta de 175 euros, un bolso de Prada que fácilmente alcanza los 4.000 euros, pendientes de Dulong de 4.558 euros, el collar con la letra 'F' de 660 euros y las sandalias de Gianvito Rossi de cerca de 800 euros. En otras palabras, un look perfecto de 11.693 euros. Una cifra nada despreciable y poco accesible para el común de los mortales.
Los hijos de los reyes de Dinamarca siguen la 'exclusiva' estela de su madre
Lo que ha quedado claro tras esta última aparición pública es que Mary de Dinamarca ha trasladado sus carísimos gustos a sus vástagos, que han heredado su afinidad por las marcas de lujo. En el caso del príncipe Vincent, a sus escasos 13 años, llevaba unas zapatillas de deporte, también de Prada, de 950 euros, continúa exponiendo 'UFO No More'. Su hermana mayor, Isabella, se endosó un collar, en su caso, con la letra 'P', también de Dulong, valorado en 2.265 euros. En una de sus muñecas lució una pulsera de Hermés de 700 euros y, sobre sus pies, sandalias de idéntica marca a la que portaba su madre (de Gianvito Rossi), disponibles por 650 euros.
La princesa Josephina, por su parte, optó por una pulsera de Dior de 350 euros y otras dos de la firma Valentino valoradas cada una en 260 euros. Resulta llamativo que nada haya trascendido del precio del look de Federico de Dinamarca quien, por primera vez en meses, no es el centro de las críticas y sí su familia numerosa.