Patricia Pardo ha viajado al Vaticano como enviada especial para cubrir uno de los acontecimientos más relevantes de la actualidad: el funeral de Su Santidad, el papa Francisco para el programa ‘Vamos a ver’. Su marido, el presentador Christian Gálvez, ha querido acompañarla para vivir junto a ella esta experiencia, lo que le ha llevado a cancelar sus compromisos con la edición 2025 de Sant Jordi, donde tenía prevista una cita con sus lectores para firmar ejemplares de su libro, 'Te he llamado por tu nombre'.
A sus 41 años, la periodista gallega compagina su exigente trabajo en televisión con la maternidad de sus tres hijos: Luca, fruto de su relación con el presentador y con apenas un año y cuatro meses, Aurora y Sofía, nacidas durante su anterior matrimonio; y todo ello sin perder de vista el cuidado de su salud física y mental.
Es alta, esbelta y con una energía que se transmite incluso a través de la pantalla, Patricia Pardo lleva años apostando por un estilo de vida activo que va mucho más allá de lo estético. Su compromiso con el ejercicio físico es firme, metódico y progresivo, lo que la lleva a enfrentar sus entrenamientos siempre con el mejor humor, y a ser paciente con los resultados, puesto que sabe que lo importante es moverse.
Desde hace años entrena con el entrenador Moisés Benavente, un profesional con formación en Ciencias de la Actividad Física y del Deporte, y también fisioterapeuta. Con él ha establecido una rutina que prioriza la salud y la funcionalidad sobre cualquier objetivo superficial, aunque los resultados físicos, como es evidente, también están ahí. Ambos han aprendido a crear prácticas adaptadas a las necesidades de cada momento, destacando el compromiso y la tenacidad de Patricia a la hora de cuidar su cuerpo.
Piernas fuertes, espalda saludable y abdominales reales
Lejos de entrenar con el único objetivo de verse bien, Patricia apuesta por el fortalecimiento de la musculatura con sentido común. De hecho, su rutina hace hincapié en dos grandes grupos musculares: piernas y espalda. No se trata de una elección casual. Son zonas clave en la prevención de lesiones y en la mejora de la calidad de vida, especialmente en mujeres, donde mantener una buena masa muscular puede ser crucial para evitar dolencias asociadas a la edad como la osteoporosis. Patricia lo sabe y por eso ha convertido su entrenamiento en una prioridad.
Es habitual verla entrenar con cargas, porque la fuerza no solo mejora la composición corporal, sino que protege, equilibra y transforma desde dentro. El entrenamiento con peso —realizado siempre bajo supervisión y con buena técnica— le ha permitido mejorar su rendimiento y mantener una figura tonificada. Aunque su abdomen plano puede parecer fruto de algún truco estético, en realidad es consecuencia de constancia, disciplina y una buena base genética. A todo ello se suman hábitos alimenticios saludables y un estilo de vida activo, más allá de las horas de gimnasio.
Entrenar con propósito: salud, bienestar y constancia
La periodista entrena varias veces a la semana, dependiendo de su disponibilidad y su agenda profesional. A veces con sesiones más largas, otras con entrenamientos más breves pero eficaces, siempre con el foco puesto en mantener el hábito. Además del trabajo en sala, también practica disciplinas complementarias que le ayudan a mantenerse activa incluso en los días en los que no entrena de forma formal.
En cuanto a la alimentación, si bien no sigue una dieta diseñada al milímetro, sí mantiene unos buenos hábitos que ha ido reforzando con el tiempo. Ha aprendido a leer, a informarse y a escuchar a los profesionales. Esto, sumado a su constancia, ha generado una rutina sólida que le permite cuidarse sin caer en extremismos. Alimentos de calidad y sin ultraprocesados, son la base de su dieta, aunque también se permite caprichos de vez en cuando.
Con tres hijos pequeños y una carrera en plena forma, Patricia Pardo demuestra que el bienestar no es una meta, sino una forma de vivir. Una que combina ejercicio con propósito, alimentación consciente y, sobre todo, una actitud positiva ante la vida.