Las manchas, arrugas, venas marcadas o huesos prominentes son las huellas más habituales del paso del tiempo en las manos. Para mantenerlas jóvenes y bonitas es fundamental brindarles los cuidados que necesitan diariamente. Pero además, ahora las bajas temperaturas y el viento también les provocan sequedad, ya que la epidermis de las manos es muy fina y tiene menor capacidad de fijar la humedad. Toma nota, así es cómo debes proteger y cuidar tus manos a partir de ahora.
Aplícate mucha crema
Apuesta por las cremas hidratantes y nutritivas, y mejor que sean de textura untuosa. Aplícatelas siempre antes de salir de casa y lleva una en el bolso para ponértela cuantas veces quieras. Entre sus ingredientes no deben faltar humectantes y, sobre todo, urea, ya que además de aportar hidratación, realiza un efecto peeling muy beneficioso. También los aceites aportan un cuidado intensivo a las manos. Prueba a echarte unas gotitas de aceite de oliva o jojoba cada noche.
Escúdate del sol
Igual que haces con la cara, debes proteger tus manos del sol diariamente, aunque sea invierno y esté nublado. Lo mejor es usar cremas de protección solar de alto espectro, de esta forma evitarás no solo que envejezcan, sino también que aparezcan manchas. Y en el caso de que ya las tengas, usa una crema despigmentante suave por las noches, para prevenir la excesiva síntesis de melanina.
- ¿Un truco? Al menos una vez a la semana emplea una mascarilla enriquecida con vitamina E, es un magnífico antioxidante a la hora de neutralizar los radicales libres y evitar las manchas.
Exfolia cada semana
La exfoliación es fundamental para revitalizar las manos, ya que permite la eliminación de queratinocitos muertos, favoreciendo la renovación celular y, sobre todo, dejando la piel más receptiva a la aplicación de otros tratamientos. Una buena opción es realizar un peeling con un exfoliante corporal o incluso con un poco de sal gorda mezclada con unas gotitas de aceite de almendras dulces.
Elige con mimo el jabón que usas
A la hora de lavar tus manos, utiliza jabones suaves de pH neutro, que respeten la piel. Además, evita el agua demasiado caliente y los continuos lavados, ya que alteran el manto hidrolípidico (la mezcla de sebo y sudor que recubre la parte exterior de la epidermis y se convierte en un protector natural de la piel).
Alíate con una mascarilla casera
Haz este ritual una vez cada 15 días: parte un tomate por la mitad y aplástalo para extraer el jugo de su interior. Viértelo en un bol y agrégale una cucharada de harina de avena. Exprime medio limón y añade el zumo al recipiente. Mezcla todos los ingredientes y extiende la loción sobre las manos limpias realizando un suave masaje. Aclara bien con agua tibia. Lograrás cuidar tus manos, embellecerlas y rejuvenecerlas.