¿Alguna vez te has mirado la piel y has visto pequeñas manchas oscuras en la nariz o la barbilla? Quizá te preguntes si son puntos negros o filamentos sebáceos. Puede incluso que no sepas lo que son los segundos, pero tranquila, aquí estamos tus amigas de Semana para explicarte la diferencia y velar por la belleza de tu piel.
Lo primero es que los puntos negros son un tipo de acné causado por la obstrucción de los poros. Cuando un poro se obstruye con grasa, células cutáneas muertas y bacterias, puede convertirse en un punto negro. La parte superior de un punto negro parece negra porque está expuesta al aire, que oxida la grasa y la ennegrece. Los puntos negros pueden deberse a varios factores desde cambios hormonales, un mal cuidado de la piel, la genética o determinados medicamentos.
En cambio, los filamentos sebáceos son una parte natural de tu piel. Son pequeñas estructuras similares al pelo que se encuentran por todo el cuerpo, incluida la cara. Los filamentos sebáceos están formados por sebo, que es la grasa que produce la piel. A diferencia de los puntos negros, los filamentos sebáceos no están abultados y no se tratan de un tipo de acné.
Aprender a diferenciar los puntos negros y los filamentos sebáceos es vital de cara a un tratamiento facial
Entonces, ¿cómo diferenciar los puntos negros de los filamentos sebáceos? Pues es más fácil de lo que parece, los puntos negros suelen ser más grandes y más visibles que los filamentos sebáceos. Suelen ser de color negro u oscuro, y pueden presentar protuberancias. En cambio, los filamentos sebáceos suelen ser pequeños y menos visibles. Tienen un color carne, ligeramente amarillos o grises, y suelen ser planos.
Ahora que conoce la diferencia entre puntos negros y filamentos sebáceos, hablemos de cómo eliminarlos. La buena noticia es que ambos pueden tratarse con un poco de esfuerzo.
Para eliminar los puntos negros, es importante ablandar primero la piel dándote una ducha caliente o colocando una toallita húmeda y caliente sobre la cara. Esto ayudará a abrir los poros y facilitará la eliminación de los puntos negros. A continuación, puedes utilizar un extractor de puntos negros, que es una pequeña herramienta metálica con un lazo en un extremo. Presiona suavemente el lazo sobre el punto negro y saldrá con facilidad. Ten cuidado de no presionar demasiado o podrías dañarte la piel.
No intentes extraer los filamentos sebáceos de tu rostro, solo producirás lesiones en tu piel que te causará dolor, irritación e incluso marcas
Para cuidar los filamentos sebáceos, es importante mantener la piel limpia y exfoliada. Ya que estos no se van a eliminar porque son una parte normal e importante de nuestro cuerpo. Si por el día notas que tu piel está produciendo demasiada grasa puedes utilizar unas toallitas absorventes. Las hay de muchos tipos y con efectos matificantes. Por otro lado, puedes utilizar un exfoliante suave o un exfoliante químico, como el ácido salicílico o los ácidos BHA para eliminar las células muertas y el exceso de grasa. También debes evitar utilizar productos demasiado pesados o grasos, ya que pueden agravar el problema y bloquear tus poros. Si los filamentos sebáceos son especialmente rebeldes, es posible que debas consultar a un dermatólogo para que te indique otras opciones de tratamiento.
En conclusión, aunque los puntos negros y los filamentos pueden parecer similares, en realidad son bastante diferentes. Los puntos negros son un tipo de acné causado por la obstrucción de los poros, mientras que los filamentos son una parte natural de tu piel. Si tienes alguno de estos problemas cutáneos, es importante que cuides bien tu piel y utilices productos suaves y eficaces para mantener los poros limpios y la piel con el mejor aspecto posible. Con un poco de esfuerzo, podrás decir adiós a los puntos negros y mantener tus filamentos sebáceos cuidados y con buen aspecto.