Aunque este año el frío parece darnos un respiro, pronto empezará a causar estragos en nuestra piel. Las razones son claras: el frío contrae los capilares para preservar el calor corporal. Pero, además, las glándulas sebáceas reducen su actividad, se podría decir que “hibernan”. De ahí que sea necesario abrigar no solo el cuerpo, sino proteger la piel frente a las inclemencias climáticas.
¿Qué podemos hacer para mantener la piel hidratada y nutrida?
Elige texturas que abriguen. Por eso no pueden faltar en tu neceser de invierno cosméticos con ceramidas. ¿Por qué son tan importantes? Porque las ceramidas son los lípidos que se encuentran de manera natural en la piel. Son esenciales para mantener a raya la hidratación. Sin ellas la piel se vuelve reactiva, seca y se irrita. Necesitamos estabilizar la barrera hidrolipídica y mantener la piel hidratada para protegerla. Sin olvidar fomentar la elasticidad y estimular la renovación de la piel dañada. Mimos de cabina que abrigan
Su poder de penetración gracias al sérum enriquecido con ácido hialurónico, Vitaminas A, C, E y F, escualano, soja y quinoa, se convierte en el mejor escudo para mantener la piel hidratada. Radiofrecuencia, ultrasonidos y corrientes alternas combinadas con luz led, serán los responsables de personalizar al máximo el tratamiento haciendo hincapié en el objetivo buscado. El momento culmen llega con la cúpula que aporta oxígeno al 95%. Combinada con musicoterapia y luz led, nos lleva a un momento de máxima desconexión.
Piel hidratada y con un nivel de elasticidad y firmeza de impacto, es el objetivo conseguido. Un efecto de bienestar absoluto, relajante y antiestrés, tan necesario para afrontar los rigores del invierno que cada vez están más cerca.