Tras el verano tu piel se ve apagada, reseca y deshidratada. Necesita un chute de energía con vitaminas para recuperarse y una cura de belleza extra. Además, también hay que prepararla para combatir los meses de frío que nos esperan. Ponla a punto con 4 consejos clave y presume de rostro perfecto este próximo otoño. ¡Apunta!
Más vitamina C
Es tu mejor aliada, ya que es capaz de luchar contra la oxidación celular y retrasar el envejecimiento prematuro. Elígela en forma de sérum y aplícate unas gotitas antes de usar tu protector solar. La piel absorbe la vitamina C fácilmente, y actúa estimulando la regeneración cutánea, promoviendo el aumento de producción del colágeno y la elastina (proteínas que se componen de fibras que ayudan a mantener tu piel joven). Consumir alimentos ricos en colágeno también ayuda a mantener estas proteínas en forma y conservar la piel tersa. Las verduras de hojas verde o la soja son dos imprescindibles que no pueden faltar en tu menú diario este mes de septiembre.
Cura de choque
¿Sabías que al igual que nosotras, también nuestra piel nota la falta de horas de luz diarias? Viene de una época en la que está acostumbrada a mucho sol, y ahora nota como desaparece poco a poco. Además, tiene que acostumbrarse a los cambios: la vuelta a la rutina, la bajada de temperaturas... por lo que puede desencadenar síntomas a simple vista: falta de energía, cansancio, una piel más apagada y tirante, descamaciones... Para recuperarla de forma rápida existen cosméticos que contienen tratamientos intensivos de choque. Pero si tienes la piel seca es fundamental que no falten nunca los ácidos grasos y los omegas en tus cremas. Y si además la notas deshidratada, lo ideal es el ácido hialurónico, que ayuda a retener el agua en la piel.
Adiós rojeces
Las pieles sensibles son propensas a padecer irritaciones en otoño, como las rojeces, por lo que es necesario protegerlas y cuidarlas todavía más ahora. Utiliza un limpiador facial compuesto por activos calmantes, como la urea o el aloe vera. Y recuerda que debes limpiar tu cara dos veces al día: una nada más levantarte y otra antes de irte a dormir. Termina tu limpieza con un tónico o agua termal hasta que el algodón salga totalmente limpio.
Exfoliación obligatoria
Con la vuelta a la rutina también es clave exfoliar el rostro al menos una vez por semana, para eliminar en profundidad toda la suciedad acumulada que provoca la contaminación, los radicales libres, el viento... Prueba a preparar tu propio exfoliante en casa mezclando media taza de aceite de coco y media de azúcar. Esta combinación es rica en antioxidantes, ácidos grasos y minerales esenciales. Además, es apta para pieles sensibles y con tendencia grasosa, ya que regula el pH cutáneo.
¿Has tomado nota de todo? ¡Entonces ponlo en práctica ya!