Una periodista hace el experimento de no lavarse la cara en un mes y los resultados son catastróficos. Hablamos con expertas para analizar la razón de este envejecimiento acelerado que se convirtió en vídeo viral.
La recomendación general es limpiar la piel del rostro dos veces al día. Se aboga por la doble limpieza, por la rutina coreana de 10 pasos, por el layering, las mascarillas faciales como parte de la rutina diaria… celebrities e influencer comos Vicky Martín Berrocal o Jennifer López realizan un cuidado facial muy completo a diario, y lo muestran a sus seguidores en redes sociales, pero no todo el mundo tiene tanta constancia ni una rutina tan compleja. ¿Realmente pasaría algo si no nos desmaquilláramos y limpiáramos la piel a diario? Anna Pursglove, periodista del Daily Mail, ha hecho la prueba.
¿Es tan importante la limpieza facial?
Aunque los medios de comunicación hagan hincapié en la importancia de la limpieza facial, lo cierto es que no toda la población sigue esta recomendación a rajatabla. ¿De verdad es tan importante? ¿Si llegamos cansadas qué supone para nuestra piel no desmaquillarnos? Para dar respuesta a estas y otras preguntas, la periodista del Daily Mail, Anna Pursglove, hizo una prueba de un mes sobre su propia piel. Lo que ella hacía cada día era un lavado rápido de cara en la ducha diaria pero sin productos limpiadores. Después se aplicaba su crema hidratante y se maquillaba encima. Nada más.
¿Qué comenzó a observar la periodista? En pocos días comenzaron a aparecer unas pequeñas bolitas blancas en las pestañas y la piel de su rostro estaba más rugosa, como un papel de lija. Ciertamente esta es una señal de envejecimiento prematuro ya que la sequedad de la piel conlleva arrugas, líneas de expresión y tono apagado.
Preguntamos a Raquel González, cosmetóloga y directora de formación de Perricone MD, sobre la importancia de limpiar la piel a diario: “Es necesario limpiar la piel a diario para mantenerla saludable y evitar la acumulación de impurezas que pueden obstruir los poros y causar problemas como acné o alteraciones cutáneas. Aunque los primeros días los cambios podrían ser poco significativos, a largo plazo no limpiar la piel va a tener consecuencias más graves. Se pueden producir procesos inflamatorios que rompan las fibras de colágeno y elastina, provocando así graves cascadas de envejecimiento”.
¿Qué pasa si estamos un mes sin limpiar la piel del rostro?
Después de un mes manteniendo esta rutina, Anna presentaba los poros muy obstruidos y agrandados, además de tener la piel de labios y mejillas muy seca y los párpados enrojecidos. Al no tener la piel hidratada estaba menos elástica y las arrugas estaban muy marcadas. ¿Podríamos hablar de estrés oxidativo? Estefanía Nieto, directora técnica de Omorovicza, aclara que “sí, en este tipo de casos, la piel no sufre únicamente por no limpiarla y seguir aplicando maquillaje en capas todos los días, también se siente más seca por la acumulación de impurezas y de la contaminación a la que está expuesta y que se asienta en el tejido, es como si estuviera estresada. Un efecto que, efectivamente, se conoce como estrés oxidativo”.
Una vez acabó el experimento, la piel de Pursglove había envejecido nada menos que 10 años algo que determinaron los estudios a los que se sometió. Lo que había ocurrido es que las impurezas habían desestabilizado la barrera de la piel y los radicales libres, responsables del envejecimiento prematuro, camparon a sus anchas dañando el colágeno y la elastina de la piel. Esto se tradujo en falta de firmeza y de luminosidad, enrojecimiento, arrugas y líneas de expresión marcadas, un envejecimiento acelerado fruto de no limpiar correctamente el rostro en su rutina facial diaria.
Cómo limpiar el rostro cada día para evitar el envejecimiento prematuro
La doble limpieza es la recomendación más extendida entre los expertos. “Por la mañana podremos tirar con un limpiador en gel, pero recomiendo hacer doble limpieza por la noche. Así, retiraremos primero el maquillaje con un limpiador oleoso y, luego, terminaremos de limpiar impurezas con uno en gel”, recomienda Bella Hurtado, directora técnica de Boutijour.
Para realizar el primer paso utilizaríamos un limpiador oleoso para eliminar las impurezas grasas como la protección solar, el maquillaje o el sebo. Un producto en aceite, agua micelar, crema, leche limpiadora o bálsamo será perfecto para este primer paso, teniendo siempre en cuenta tu tipo de piel. Aplica el producto según indica el fabricante y retíralo con algodones o una muselina de algodón humedecida.
Como segundo paso aplicaríamos una solución jabonosa para retirar las impurezas solubles en agua como la transpiración o el polvo. Enjuaga después el rostro con agua tibia y sécalo a toquecitos con una toalla limpia, tisúes o una muselina de algodón.
Una vez limpia la piel estaría preparada para recibir el tratamiento posterior que tendrá una mejor penetración. Podríamos hablar de triple limpieza incluso si utilizamos un tónico para reequilibrar el pH después de limpiar la piel. Terminaría de retirar impurezas del rostro y se le puede considerar un primer paso de hidratación al dejar la piel suave y acondicionada.
En cuanto a los pasos de hidratación cutánea, lo ideal es llevar una rutina facial completa con antioxidantes como la vitamina C para combatir los daños producidos por los radicales libres y evitar así el envejecimiento prematuro de la piel.
Si no quieres acelerar el envejecimiento limpia correctamente tu piel cada día. Que no te venza la pereza porque, como verás, no limpiar la piel tiene consecuencias desastrosas.