Después de la exposición al sol la piel requiere una serie de cuidados muy diferentes a los del resto del año. Te contamos, con la ayuda de expertas, lo que una mascarilla a tiempo puede hacer por la salud de tu piel.

Tras una jornada de playa o piscina donde nos hemos expuesto al sol muchas horas, la piel del rostro, el cuello y el escote necesitan unos mimos extra para recuperar su elasticidad e hidratación. El cloro, los protectores solares, el salitre, el viento o la arena, son elementos que hacen que la piel pierda humedad y que pueden provocar sequedad, descamación, irritaciones o picores. ¿Cómo podemos devolverle a la piel su suavidad y tersura? El face-masking va a ser el mejor aliado para evitar que te peles pero salvaguardando y potenciando tu bronceado. Toma nota de los beneficios de las mascarillas aftersun.

face-masking

Face-masking, el gran aliado del verano

Face-masking

El poder de las mascarillas en verano no está aún muy arraigado en la conciencia colectiva pero cada vez va calando más entre aquellas personas que necesitan ese plus de cuidados que no consigue con su rutina cosmética habitual.

Después de la exposición solar aplicar la misma rutina de belleza diaria no sirve porque las necesidades de la piel en este momento van a ser otras. Bella Hurtado, directora técnica de Boutijour nos explica que “puede que te apliques tu rutina de Skincare habitual creyendo que con eso ya es suficiente, ya que suele ser más elaborada que la que tendemos a llevar al resto del cuerpo, pero nada más lejos de la realidad”. Y tiene razón, una jornada de playa o piscina va a requerir unos cuidados más profundos porque el daño en la piel es mayor.

¿Qué pasa con los famosos productos aftersun cuerpo y rostro? Este parece ser un error aún mayor. “Es posible que decidas aplicarte en el rostro los mismos productos que has utilizado en el cuerpo, sin tener en cuenta que la piel de nuestra cara tiene unas características muy concretas”, señala Sonia Ferreiro, cosmetóloga y biotecnóloga en Byoode.

Los productos corporales para después del sol están formulados específicamente para calmar, hidratar y reparar la piel del cuerpo pero según las expertas, el rostro, como en tu rutina diaria, va a pedir un extra de cuidados. Las mascarillas aftersun son la solución más rápida y efectiva para reparar la piel.

Reparación a fondo de los daños solares 

Muchas veces la piel sufre con exposiciones prolongadas al sol por una intensa incidencia de los rayos solares, por no replicar el SPF cada dos horas o no reponerlo después de cada baño. La piel puede aparecer entonces irritada, inflamada y con escozor. En esos casos tu piel después de una limpieza suave pare retirar el producto solar y restos de cloro, sudor o salitre, necesitará una mascarilla calmante que ayude a regenerar la piel.

Si tu piel afortunadamente no ha sufrido quemaduras seguramente haya perdido humedad a causa del sol. “Es bastante habitual que, con la sobreexposición al sol, la barrera de la piel se vea comprometida. Necesitaremos aportale lípidos que ayuden a reponerla”, afirma Raquel González, cosmetóloga y directora técnica de Perricone MD. En estos casos tu piel necesitará un tratamiento que devuelva la hidratación a la piel eliminando de un plumazo la sequedad y la descamación, mejorando su textura y aportando luminosidad.

En caso de necesitar un tratamiento detox para eliminar eficazmente restos de impurezas más rebeldes, como productos solares minerales o cremas y aceites más densos, lo que necesitarás es purificar tu piel para ayudarla a renovarse y regenerarse. De esta manera se repara la barrera de la piel a la vez que se trata en profundidad. Las mascarillas de arcilla son ideales para estas situaciones.

Mascarillas aftersun hidratantes
Elige tu mascarilla aftersun en función de las necesidades de tu piel. (Pexels)

Cómo aplicar las mascarillas aftersun

Dependiendo del estado de la piel elegiremos una mascarilla u otra pero para comenzar, después de llegar a casa de la playa o la piscina, debemos limpiar del cuerpo poniendo especial cuidado en la piel de cuello, rostro y escote. Una vez limpia seca la piel con una toalla limpia a toquecitos, sin arrastrar, para evitar dañar la piel.

Puedes hacer que tu mascarilla forme parte de la rutina cosmética facial de verano, poniendo primero un tónico y un sérum con antioxidantes para neutralizar los daños provocados por el sol. A continuación aplica tu mascarilla en rostro, cuello y escote y déjala actuar unos 10 minutos, o lo que el fabricante haya dispuesto en el envase. Una vez pasado el tiempo de exposición, se retiraría el exceso de mascarilla con una muselina o pañuelo de papel y el resto se masajearía hasta su absorción.

En el caso de mascarillas como la de arcilla que hay que eliminarlas por completo después de dejarlas actuar en la piel, se seguiría el proceso contrario. Limpiaríamos y secaríamos la piel, aplicaríamos la mascarilla y, posteriormente, se retiraría en su totalidad enjuagando la piel con agua tibia. Después un tónico que regule el pH de la piel, un sérum con antioxidantes y una crema hidratante pondrían el broche de oro a tu rutina post solar.

¿Te apuntas a la tendencia de las mascarillas aftersun? Marcará un antes y un después en tu piel este verano.