Las apariciones en eventos de las celebrities, muchas veces son recordadas, entre otras cosas, por estar irreconocibles. Rostros como la cantante Madonna o Donatella Versace, han pisado las alfombras rojas con la cara totalmente deformada. Unas puestas en escena que hacen saltar todas las alarmas y que cuestionan sus cambios estéticos. Muchas de ellas reconocen que se ven sometidas a presiones para parecer siempre jóvenes. Un criterio que las acaba convirtiendo en unas obsesas del bisturí.
Si bien es cierto que con la edad todas tenemos más ojeras, arrugas, descolgamiento o flacidez facial... las famosas que viven de su imagen se niegan a ver cómo su aspecto físico cambia con el tiempo. Lo que supone un proceso natural, para ellas es una tragedia. Especialmente para las que están expuestas a la opinión pública, donde un comentario negativo en su cara o en su cuerpo puede suponer un grave problema de imagen, tanto para su autoestima como para su trabajo.
Es por eso por lo que algunas de ellos deciden pasar por el quirófano para hacerse operaciones y ponerse en manos de médicos estéticos. Casi siempre los resultados son positivos, pero hay ocasiones donde las cirugías y los retoques acaban suponiendo una problema. Sobre todo en aquellos casos en los que cambian su rostro casi por completo, hasta el punto de perder sus facciones. He aquí algunas de las transformaciones físicas menos acertadas de las famosas.
Madonna
A los 65 años Madonna luce un rostro que deja claro que ha pasado por varios cambios estéticos. Según expertos en cirugía plástica, reparadora y medicina estética, la cantante se habría sometido a un lifting en la cara, para tensar y levantar la piel, mejorando la apariencia de la flacidez facial. Es decir, para reposicionar los tejidos faciales, al mismo tiempo que suaviza las arrugas y las líneas finas. Pero también sugieren que la diva del pop se ha hecho una bichectomía con el objetivo de reducir el volumen de las mejillas y lograr un rostro más estilizado y contorneado. Este procedimiento es popular entre aquellos que desean tener pómulos más pronunciados y una apariencia facial más delgada.Se estima, también, que ha pasado cirugía de los párpados, o blefaroplastia, para eliminar el exceso de piel y las bolsas en los ojos. Rellenos con acido en sus labios y muchas aplicaciones de bótox para acabar con las arrugas. El cambio resulta impactante.
Lara Flynn Boyle
Los cambios estéticos pueden arruinar carreras. Hay que andar siempre con cuidado. Es el caso de la actriz Lara Flynn Boyle, sorprendía con el rostro completamente desfigurado debido al abuso de la cirugía y un deterioro físico evidente han terminado dejándola irreconocible.Quizás su nombre no suene, pero Lara fue durante muchos años una actriz súper reconocida por su papel en la serie Twin Peak. Su belleza era real, era muy querida y los directores de cine la adoraban. Pero acabó su carrera por los constantes retoques, además de una alguna que otra polémica que la alejó de la pantalla.
Nikki Cox
La actriz es otro ejemplo de una mujer bellísima que cambia su rostro por completo y acaba arruinando su imagen. Uno de los cambios que más chocante resulta es el tamaño de sus labios. Ha recurrido a procedimientos de aumento de labios con ácido hialurónico para mejorar su apariencia y lograr una apariencia más juvenil y atractiva, y ha conseguido todo lo contrario. Aunque al principio Nikki Cox se retocaba los labios una vez al año, esto acabó provocando una adicción a los retoques estéticos.
Nicole Kidman
Nicole Kidman también es otra de las actrices que se arrepiente de haberse puesto bótox. Sin embargo, cada vez que pisa una afloraba roja sorprende con un nuevo aspecto, unos rasgos diferentes y una piel súper estirada y sin arrugas. La intérprete se ha hecho a varias cirugías para ocultar los signos de la edad. Médicos expertos han contado que se ha sometido a estiramientos faciales, para tener la piel.
Otro de las partes que se ha tocado son los pómulos, de hecho si te fijas se ven muy artificiales como si se hubiera puesto implantes. Por supuesto, también ha usado bótox para acabar con las arrugas de la frente, entrecejo y patas de gallo. Por otro lado, se ha retocado el labio con unas infiltraciones de ácido hialurónico, que también sirven para acabar con el código de barras.
Donatella Versace
Sin duda, estamos ante un gran cambio con el que todos estamos muy sorprendido. Donatella Versace es el claro ejemplo de la adicción a los retoques estéticos. Aunque empezó con varios cambios discretos. A partir del año 2000, la diseñadora se obsesionó con el bisturí. Su caso es uno de los más importantes: bótox en las cejas, pómulos y labios, rinoplastia... ¡Lleva de todo!