Es quizá el cosmético más básico, pero hay que acertar con él o de lo contrario, lo que que sirve para pulir, destacar y mejorar, se convertiría en un desastre. La base de maquillaje es uno de esos productos con los que, además, una vez que acertamos, no queremos cambiar. Eugenia Silva, que está acostumbrada por su trabajo a pasar muchas horas maquillada lo sabe bien, y por eso sabe cuál es su base de maquillaje perfecta.

Lo ha contado ella misma en sus redes sociales. Para un acabado tan espectacular como el que suele lucir siempre en su rostro ella utiliza la base de maquillaje Luminous Silk de Armani Beauty, y además en un tono muy concreto, el 5.5. La modelo apunta así en la dirección que tenemos que seguir a la hora de encontrar el que mejor va con nosotros. Y para hallarlo hay que prestar atención a una serie de puntos.

Haz como Eugenia Silva para encontrar la base perfecta para tu piel

Lo primero a lo que debemos prestar atención antes de elegir una fórmula es a las necesidades de nuestra piel. El tipo de cutis que tengamos hará que sea preferible decantarse por una textura o por otra. Así, si tenemos la piel grasa y necesitamos matificar, lo mejor es que apostemos por fórmulas en polvo y si nuestra piel es más seca, lo mejor son las texturas más líquidas.

Lo mejor, en cualquier caso, es buscar fórmulas ligeras para que nuestra piel siga respirando y no se nos obstruyan los poros. Por eso, apostar por fórmulas fluidas suele ser un acierto si estas son leves. Si tenemos que maquillarnos con mucha frecuencia lo mejor es que, además, apostemos por bases de maquillaje que incluyan algún tipo de tratamiento y que, por supuesto, siempre lleven protección solar, que es el mejor antiaging que existe.

El color, la parte más complicada

Una vez seleccionada la textura y la formulación que mejor nos va, llega un momento peliagudo: encontrar el tono. Habitualmente nos dicen que probemos en la cara interna de la muñeca, pero eso no siempre nos ayuda a acertar. El cuello o la zona mandibular son mejor opción para ver si se aproxima o no a nuestro tono.

Lo suyo es aplicar varios tonos sobre la piel y ver cómo interactúan con nuestro rostro. Aquella que parezca fundirse con nuestro cutis, es la más adecuada. No caigamos en la tentación de apostar un tono mayor solo por el hecho de querer parecer bronceadas, pues puede generar un efecto máscara que arruinaría el maquillaje.