Eugenia Silva lo ha vuelto a hacer. La modelo ha vuelto a dar en el clavo con un estilismo que además puede adaptarse a distintas situaciones. Ella lo ha utilizado para ir de concierto, pero puede encajar incluso en una boda y convertirla en una perfecta invitada.
Un vestido perfecto para el verano
La modelo ha acudido a uno de los recitales enmarcado en el Trocadero Flamenco Festival, que se celebra estos días en Sotogrande (Cádiz). Allí disfrutó de una sesión de balie con amigos y triunfó con un vestido que además de sentarle fantásticamente se adapta a muchas situaciones y además tiene una silueta de lo más favorecedora.El diseño es de escote halter y está creado en tres colores, blanco, negro y un juego entre el naranja y el teja que da vida al conjunto. Tiene frunces en la zona de la cintura y un tejido vaporoso que hace que tenga una caída espectacular.
El vestido está firmado por Duarte y constituye una estupenda inversión para tenerlo como fondo de armario para acudir a una boda, porque su diseño es atemporal. Además, con su largo desigual que parte del midi para alargarse hasta el tobillo, encajará sea cual sea el horario.
Un peinado sobrio y complementos minimalistas
La modelo decidió dejar suelto su cabello para lucir una melena lisa con raya al medio y acompañó el vestido con un bolso de mano tipo pochette creado por la firma Mans, especializada en creaciones masculinas. Con este gesto Eugenia demostraba que conoce las reglas de la moda y los complementos y las prendas no tienen género, por lo que puede jugar con ellos para componer outfits tan bien pensados como este.
Al conjunto se suma un calzado que pone el punto low cost al look, aunque sin rebajarlo en elegancia. Se trata de unas sandalias tipo chancla, de tiras y sujeta entre los dedos, de color negro, con suela cuadrada y un tacón medio, tipo kitten. La buena noticia es que son de Zara, la mala, que llegaron hasta las rebajas pero no están disponibles en la web, por lo que hay que buscarlas en tiendas.Todo ello da como resultado un look tendente al minimalismo, muy en la línea de lo que últimamente suele elegir Eugenia. Eso sí, gracias al estallido de color, toda la atención queda centrada en el vestido, que se convierte en el gran protagonista del estilismo.