¿Notas una excesiva fatiga a lo largo de la jornada? Tal vez estés cometiendo actos de autosabotaje y no seas consciente. Estos son los gestos que no deberías hacer nada más levantarte para poder conservar toda tu energía.
El día a día cada vez es más trepidante. Tenemos miles de cosas que hacer, gestiones, responsabilidades, preocupaciones… El trabajo, la familia, la vida social, la casa… parece que no llegamos a todo y, además de todo eso, nos ponemos continuamente la zancadilla para impedirnos una mejor organización y una vida más serena. Hay determinados hábitos que pueden suponer una nueva piedra en el camino y que hacemos sin darnos cuenta por las mañanas. Ten en cuenta estos 5 errores que puedes estar cometiendo por las mañanas para impedir fugas de energía que restan calidad de vida y pueden generar más frustración, estrés y ansiedad.
Posponer el despertador es una mala idea
Tener varias alarmas programadas es muy habitual entre la población pero es un craso error. Cuando suena tu primera alarma, te despierta, la apagas y vuelves a dormirte, inicias de nuevo el ciclo de sueño pero en un período cortísimo que se ve interrumpido de nuevo a los pocos minutos. Esto puede darse dos, tres o cuatro veces incluso, dependiendo del número de alarmas programadas.
El hecho de romper abruptamente el nuevo ciclo del sueño va a hacer que sientas más cansancio y fatiga a lo largo del día. Algo que puede también afectar a tu estado de ánimo. Lo ideal es que pongas una única alarma y te levantes cuando suene. Hazte este propósito y ya verás que si lo logras sentirás la satisfacción del logro y también aumentará tus niveles de bienestar, y de energía, al no alterar esos cortos ciclos de sueño.
Para un nivel más ‘pro’ puedes utilizar despertadores que simulan el amanecer para poder así regular de manera efectiva tus ritmos circadianos como si despertaras con luz natural.
Coger tu smartphone nada más levantarte te quita energía
Olvídate de tu teléfono nada más despertarte porque es un coladero de tiempo y de energía por las mañanas. Si cuando suena tu despertador (sobre todo si es la alarma del móvil), enciendes tu teléfono aún en la cama, ¿qué va a pasar? Pues lo primero es que te saltarán algunas notificaciones como mensajes, chats o emails, y también puedes darte un paseo por las redes sociales. Esto lo que implica es perder minutos sin darte cuenta y, además, añadirte carga mental porque ya tienes en la cabeza ese mensaje, ese email o ese WhatsApp que tendrías que responder.
Las noticias, la irrealidad de la vida de las influencers, las catástrofes… toda la información está en tu teléfono. Si empiezas de buena mañana mirándolo, por un lado te va a tocar ir corriendo después porque te está robando minutos y, por otro lado, va a generarte malestar, incomodidad, enfado, ansiedad… dependiendo de lo que vayas viendo en tu móvil. ¿Para qué exponerse sin necesidad a esta ventana al mundo si puedo aplazarlo? No cojas tu teléfono al despertar y tu mañana fluirá de forma más armónica, sin prisas y sin estrés innecesario.
Beber café al levantarte altera los niveles de cortisol
Esto puede sorprender porque mucha gente toma café nada más levantarse. ¿Por qué no deberíamos beber café al despertar? Es sencillo. Al despertarnos comenzamos a segregar cortisol (hormona del estrés) de forma natural. A los 40 minutos más o menos llegaría a su punto máximo si no hay interferencias. Si tomamos café justo cuando nos levantamos estimulamos de más esta hormona alterando su producción natural. La estrategia ideal sería beber tu café un ratito después de levantarte, dándole al cuerpo tiempo para elevar naturalmente sus niveles de cortisol.
Lo que sí puedes hacer justo al levantarte es beber un vaso de agua. De esta manera el cuerpo se rehidrata después de estar toda la noche sin hacer ninguna ingesta, se activa y le da un empujoncito al organismo para ponerse en funcionamiento. Si no te apetece beber agua por las mañanas puedes beber agua tibia con limón para darle un toque diferente. Muchas famosas utilizan este truco para eliminar toxinas.
Desayunar mal provoca cansancio y fatiga (y además engorda)
Este error es muy típico y resta mucha energía por las mañanas. Levantarse y hacer un desayuno repleto de ultraprocesados, azúcares refinados, bollería industrial, grasas trans… olvídate de las croissants, los cereales azucarados, las galletas industriales y los paquetes de bollos, todos esos alimentos lo que hacen es elevar los niveles de azúcar en sangre. Al aumentar esos niveles de glucosa se producen picos de insulina porque el páncreas se pone a trabajar como loco para intentar retirar ese exceso de azúcar que ha aparecido de repente en la sangre. ¿Cómo retira esa glucosa de más? Pues lo que hace es almacenarla en forma de grasa, es decir, acumulando kilos en tu haber.
Además de este fenómeno, lo que ocurre con los azúcares es que dan un chute de energía momentáneo al cuerpo, sin embargo, ese subidón al poco tiempo se convierte en un bajón de energía importante que va a hacer que estemos más cansados y con hambre en mitad de la mañana. Incluye en tu desayuno proteína de calidad y vegetales para mantener la saciedad y la glucosa estables durante toda la mañana. Una tortilla de espinacas con una guarnición de tomate cherry y rúcula; pan tostado de centeno con jamón serrano, tomate y aceite de oliva y un kiwi; porridge de avena con frutos rojos o una tostada de pan de trigo sarraceno con pavo, aguacate y aceite de oliva, podrían ser desayunos perfecto.
Salir de casa con la hora justa es fuente de estrés innecesario
Si apuras en la cama hasta el último minuto lo que va a pasar es que tengas que ir corriendo después. ¿No es mejor levantarte 5 minutos antes de que eso pase? De esta manera podrás asearte con tranquilidad, vestirte, desayunar… y no olvidarte de nada porque no vas corre que te corre desesperada por la casa porque no llegas al trabajo, a clase o al colegio.
Levantándote tarde estarás de peor humor porque pensarás que no llegas a nada. Esto influye en tu estado de ánimo y también en tu energía. Ademas, desayunarás deprisa y seguramente mal, algo que vuelve a restarte energía. Calcula la hora perfecta para que te dé tiempo a tener una mañana tranquila dentro de lo posible y salgas de casa con toda tu energía intacta.
¿Cometes alguno de estos errores? Está en tu mano subsanarlos y recuperar el buen humor y la energía por las mañanas.