La cosmética solida parece que es algo más que una moda pasajera. De hecho podemos decir que los cosméticos sólidos han venido para quedarse. ¿El motivo principal?, han encajado y no solo entre los millennials. Su apuesta por la sostenibilidad, y sus propuestas reciclables y biodegradables, que implican residuos cero, han encontrado su nicho de mercado.
Ventajas de la cosmética sólida que quizás desconocías
Champús, desodorantes, lociones corporales, incluso pastas de dientes, se han convertido en su objetivo. Hasta enjuagues bucales que permiten completar la rutina de limpieza con unas pastillas que solo necesitan un sorbo líquido para refrescar el aliento. Su formulación no requiere agua, o una cantidad mínima,y utiliza ingredientes naturales y respetuosos con el medio ambiente. La cosmética sólida emplea como conservantes antioxidantes; el más habitual, la vitamina E que. Para hidratarlos y generar espuma, en el caso de los champús, geles o acondicionadores, solo es necesario humedecerlos. En el caso de los cosméticos, basta con la aplicación directa sobre la piel.
No requieren ningún envase plástico para su empaquetado. Como su nombre indica, se trata de un formato sólido, muy prácticos para viajar, especialmente en avión, siempre con limitaciones al contenido líquido.
Importante protegerlos para preservarlos
Pero algo hay algo en lo que debemos prestar atención: mantenerlos a salvo de gérmenes. Ya hay muchas marcas que incluyen empaquetados en materiales reutilizables y reciclables de madera, cristal o corcho. Pero en aquellos casos en los que no está incluido, es vital guardarlos aislados de contaminantes externos y evitar la oxidación.
Por supuesto, tampoco debes compartirlos con el resto de la familia, algo recomendable en cualquier momento pero especialmente en situaciones como la actual. No olvides que, para su mantenimiento, debes permitir que sequen por completo antes de guardarlos en su envase. Y busca mejor aquellos que sean herméticos. El aluminio es una de las mejores apuestas para protegerlos de la humedad.
Al tener que emulsionar en el instante que vamos a utilizarlo, las texturas no son tan delicadas como las obtenidas en laboratorio en los cosméticos convencionales.
No todo vale
Y, por último, un aspecto clave que no debes pasar por alto. Cada piel, cada cuero cabelludo requiere de unos cuidados y de unos principios activos específicos. Un ejemplo: los protectores solares sólidos contienen aceite y cera, algo apto para las pieles secas pero nada aconsejable para una piel grasa. Déjate asesorar por un profesional antes de adquirirlos.