La zona del contorno de ojos es una de las más delicadas y a la vez de las más olvidadas a la hora de cuidar nuestra piel, pero si no se cuida denota cansancio y tristeza en la mirada. Ya sabemos que las ojeras apagan el rostro, aportan una mirada más cansada y, además, nos dan un aspecto de tener más años. Por ello su cuidado es esencial para conseguir una ‘buena cara’. Sin embargo, no se puede tratar la ojera únicamente con cuidados básicos y aquí es donde el ácido hialurónico juega un papel fundamental para el tratamiento de las ojeras.
¿Qué son? El doctor Jesus Quero Pastor, de la clínica QLINIC Medicina Estética en Almería, denomina la ojera como “la depresión formada en la zona media del párpado inferior, lateral a la cresta lagrimal y limitada por el borde inferior de la órbita del ojo, terminando en una línea vertical, virtual, proyectada desde el eje pupilar”.
Para la mejora de su apariencia recomienda un adecuado sueño reparador, el uso de gafas de sol, para evitar pigmentación en la zona, y evitar el tabaco, además de una correcta hidratación de la piel.
El ácido hialurónico en el tratamiento de las ojeras
Junto con estos tips de cuidado básico en el día a día, hay otros productos que son esenciales y en este caso estamos hablando de ácido hialurónico, una de las alternativas más eficaces para tratar esa zona: “Se recomienda el uso de ácido hialurónico infiltrado ya que puede conseguir levantar el hundimiento formado” explica el doctor Quero, añadiendo que el tratamiento consiste en “infiltrar un producto adecuado y específico para la ojera, como Redensity 2 de TEOXANE, posicionando el producto entre el hueso y el músculo para evitar que se quede superficial y no quede bien.”
Es fundamental que el ácido hialurónico cumpla con una serie de propiedades para poder ser aplicado en las ojeras, ya que las características de esta zona de la cara (una piel mucho más fina) son muy diferentes al resto del rostro. “El hialurónico utilizado debe tener poca reticulación para evitar captación de agua, debe ser un producto poco higroscópico.”, puntualiza el doctor Jesus Quero.
Siempre acudir a un médico especialista
Antes de someterse al tratamiento estético se debe realizar un diagnóstico para que el doctor especialista pueda decidir si es un paciente adecuado para este tratamiento, ya que se deben valorar las estructuras del pómulo previamente, debido a que la caída de esta zona es una de las causas de la formación de la ojera o de la bolsa. También hay que valorar la laxitud de la piel de la ojera, así como la presencia de edema en la zona: “El tratamiento de la ojera es un reto individual y a cada paciente se le puede dar una opción terapéutica” señala el Dr. Quero sobre sus experiencias estéticas.
El resultado final y que se hace muy visible es una mejoría notoria del aspecto cansado y apagado de la zona, dando una aspecto mucho más revitalizado y joven. Según el experto se recomienda una o dos sesiones dependiendo de si hay que reposicionar volúmenes del tercio medio.
La duración del tratamiento es aproximadamente de un año siempre teniendo en cuenta que un porcentaje del producto se mantiene más tiempo, es lo que se denomina ‘huella estética’, es decir, la piel y su apariencia siempre va a estar mejor que antes el inicio del tratamiento.