A partir de los 50 años, la piel comienza a mostrar signos más evidentes del paso del tiempo, como pérdida de elasticidad, hidratación y firmeza, además de un aumento en la aparición de arrugas y manchas. Estos cambios se deben a factores como la reducción en la producción de colágeno y elastina, la ralentización de la renovación celular y el impacto acumulado del daño ambiental.

Por suerte, y como queremos seguir cumpliendo muchos años, existen ingredientes cosméticos que marcan una gran diferencia en el cuidado de la piel madura, ayudándola a mantenerse radiante, saludable y protegida, y los sérums son un cosmético muy poderoso para incluirlos como aliados.

El triunvirato beauty de la cosmética antiedad

Si hay tres ingredientes que recomiendan todos los expertos en belleza y dermatología son, sin duda, el ácido hialurónico, el retinol y la vitamina C:

  1. Ácido hialurónico: Famosísimo y con razón. Es el activo que debería estar presente siempre en la rutina facial ya que el ácido hialurónico es un ingrediente esencial para combatir la sequedad y la flacidez de la piel madura. Este activo es capaz de retener hasta 1.000 veces su peso en agua, ¡nada menos! lo que lo convierte en un elemento hidratante excepcional. Ayuda a rellenar líneas de expresión, mejora la elasticidad y deja la piel más suave y firme. Es ideal tanto en sérums como en cremas, y se puede usar en cualquier momento del día. Que no falte nunca en tu cuidado diario.
  2. Retinol (vitamina A): Es el rey de los activos antiedad y uno de los ingredientes más estudiados y eficaces para reducir las arrugas, estimular la producción de colágeno y mejorar la textura de la piel. Además, acelera la renovación celular, lo que ayuda a combatir manchas oscuras y unificar el tono. Sin embargo, es importante introducirlo gradualmente para evitar irritaciones, especialmente en pieles sensibles. A partir de los 50, su uso constante puede marcar una diferencia significativa en el aspecto general de la piel.
  3. Vitamina C: ¿Te preocupan las manchas y la falta de luminosidad del rostro? La vitamina C es el activo que necesitas. La vitamina C es imprescindible en la rutina de cuidado para proteger la piel del daño ambiental causado por los radicales libres. Además, ayuda a atenuar manchas, ilumina el rostro y potencia la producción de colágeno. Para obtener mejores resultados, busca productos con concentraciones entre el 10 % y el 20 %, preferiblemente en combinación con otros antioxidantes como la vitamina E o el ácido ferúlico.
Ingredientes antiedad

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Activos antiedad a tener muy en cuenta en pieles maduras

Dentro del universo cosmético, hay otros activos que una piel madura va a agradecer, estos son: los péptidos, la niacinamida y las ceramidas:

  • Péptidos: Los péptidos están cada vez más de moda y vas a seguir oyendo hablar mucho de ellos en 2025. Son pequeñas cadenas de aminoácidos que actúan como mensajeros en la piel, estimulando la producción de colágeno y elastina. Estos componentes son fundamentales para mantener la firmeza y elasticidad que suelen disminuir con la edad. Los productos con péptidos son ideales para tratar la flacidez y aportar una apariencia más joven al rostro.
  • Niacinamida (vitamina B3): Otro ingrediente que aparece sin cesar en el sector beauty y que se ha ganado un lugar privilegiado en el podium de los mejores ingredientes antiedad. La niacinamida es un ingrediente estrella por su versatilidad. Ayuda a fortalecer la barrera cutánea, mejorar la textura de la piel, reducir las manchas y controlar la inflamación. Además, es adecuado para todo tipo de piel, incluidas las más sensibles. En pieles maduras, la niacinamida contribuye a mantener la hidratación y calmar las rojeces o irritaciones.
  • Ceramidas: Unas sustancias que se encargan de reconstruir y de proteger la berrera cutánea. Las ceramidas son lípidos que forman parte de la barrera natural de la piel. Con la edad, su producción disminuye, lo que puede llevar a una mayor secuencia y sensibilidad. Incorporar ceramidas en la rutina diaria ayuda a proteger la piel, mantener su hidratación y fortalecer su capacidad de defensa frente a agresores externos.
Activos

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No te olvides de…

La exfoliación, los antioxidantes, los activos botánicos, el colágeno y la protección solar diaria son otros elementos muy importantes para el cuidado de las pieles maduras así que no deberías perderles la pista:

  • Ácidos exfoliantes (AHAs y BHAs): Estos ingredientes favorecen la renovación celular. Los AHAs, como el ácido glicólico o el ácido láctico, promueven una exfoliación suave, eliminando las células muertas y revelando una piel más luminosa y suave. También son útiles para atenuar manchas y mejorar la textura. El BHA como el ácido salicílico, aunque se conoce más por su acción sobre el acné también puede ser beneficioso para pieles maduras al desobstruir los poros y mejorar la apariencia de pieles mixtas o grasas.
  • Vitamina E: La vitamina E complementa la acción de la vitamina C como antioxidante y protege la piel frente al daño ambiental. Además, es conocida por sus propiedades calmantes y por su capacidad para hidratar y regenerar la piel.
  • Resveratrol y polifenoles: El resveratrol y otros antioxidantes derivados de extractos de plantas, como el té verde o las uvas, son excelentes para combatir los radicales libres y proteger la piel del estrés oxidativo. Estos ingredientes también tienen propiedades antiinflamatorias que calman la piel y previenen el envejecimiento prematuro.
  • Colágeno: Es otro ingrediente que supone un apoyo superficial para la piel ya que las moléculas de colágeno no logran penetrar en capas más profundas. Su uso tópico aporta hidratación y mejora el aspecto de la piel haciendo que luzca mucho más suave y tersa.
  • Extractos botánicos: Ingredientes como el aloe vera o la centella asiática son ideales para calmar la piel madura, que puede volverse más sensible con el tiempo. Estos extractos ayudan a reducir rojeces, irritaciones y proporcionan una hidratación adicional.

El protector solar sigue siendo el ingrediente/paso más importante para prevenir el envejecimiento prematuro. Utilizar un SPF de amplio espectro todos los días es fundamental para proteger la piel de los rayos UVA y UVB, previniendo manchas, arrugas y flacidez. Es un gesto innegociable, aunque esté nublado porque los rayos atraviesan las nubes e inciden en la piel dañándola.