Ha llegado el día. La Reina Letizia y el Rey Felipe se han despedido de la Princesa Leonor en el puerto de Cádiz antes de embarcarse en la que, sin duda, será una de las travesías de su vida: un recorrido de cinco meses dentro del buque-escuela Juan Sebastián Elcano, que llevará a la joven a cruzar el Atlántico y atracar en ocho países diferentes.
Los padres de la futura reina de España no han querido perderse la solemne cita, que han presidido, no solo como monarcas, sino como orgullosos progenitores. Para la ocasión, doña Letizia ha elegido un look del todo acertado y muy acorde con la cita y la naturaleza de la misma. Un estilismo con el que ha vuelto a demostrar por qué es uno de los miembros de la realeza europea más elegantes.
Una marinera moderna: la Reina Letizia sorprende con su estilismo en Cádiz
De lo más acorde con la cita, la Reina Letizia ha sacado a relucir un estilismo muy 'marinero' para asistir a la despedida de su hija mayor antes de zarpar con Elcano. La soberana ha vuelto a apostar por su fórmula ganadora chaqueta-pantalón, monocromática, que ha roto con una camisa blanca con lazo al cuello. Ha llamado poderosamente la atención el traje elegido por su portadora, por tratarse de un modelo XL, muy de moda para esta temporada invernal, más holgado que las versiones entalladas por las que doña Letizia se suele decantar para presidir actos oficiales.
De nuevo, la Reina ha vuelto apostar por un calzado plano, cerrado en este caso, con el que ha roto una de las reglas no escritas en lo que se refiere a decisiones estilísticas. Arriesgando al extremo, ha combinado el negro del calzado con el azul marino del traje. Unas tonalidades que los entendidos en moda no suelen recomendar que se luzcan juntas y que, en el caso de doña Letizia, no ha desentonado.
En cuanto a los accesorios, otro de los detalles del look de la madre de la Princesa Leonor que no ha pasado desapercibido ha sido la diadema dorada con la que ha engalanado su melena al viento. Una pieza muy sutil con un ornamento en forma de hoja y remates brillantes en uno de los laterales. Cerrando el look de Letizia, unos pendientes, también dorados, con forma de estrella de ocho puntas, a imitación de una brújula.
El hito histórico de la Princesa Leonor siguiendo los pasos de su padre, Felipe VI
El sábado 11 de enero de 2024 estará marcado en el calendario de citas para no olvidar de la Princesa Leonor y sus padres. Es el día en el que la futura reina de España ha continuado con la tradición que en su día ya cumplió Felipe VI y antes de él, don Juan Carlos y también el padre del emérito: embarcarse en Elcano para afrontar cinco meses en alta mar (seis el resto de guardamarinas). Los Reyes Felipe y Letizia no han querido perderse esta emotiva despedida, como el resto de familiares.
Sus Majestades han hecho presencia en el puerto de Cádiz, donde han saludado a las autoridades pertinentes. Posteriormente, han subido a la cubierta de Elcano, donde han sido recibidos por el presidente de Andalucía, Juanma Moreno. Los Reyes han recorrido parte de la misma, lo que, sin duda, habrá despertado un sinfín de recuerdos nostálgicos en Felipe VI, rememorando su propia experiencia sobre el buque-escuela. Ahí, ha dedicado unas sentidas palabras a los guardamarinas antes de su partida, con especial dedicación a su hija mayor.
Una despedida en la más estricta intimidad: el abrazo final de los Reyes Felipe y Letizia
Mucha emoción de las familias en el puerto de Cádiz, porque van a pasar muchos meses sin ver a sus seres queridos. Mucha presencia también de medios de comunicación. El lugar se ha llenado de cámaras, redactores y público anónimo que han seguido con muchísimo interés este momento histórico. En el caso de la despedida de los Reyes Felipe y Letizia de la Princesa Leonor, ese abrazo, esas últimas palabras de aliento, se ha producido de puertas para dentro, en la más estricta intimidad.
Un privilegio del que solo han podido disfrutar ellos. No olvidemos que estamos hablando del actual jefe de Estado y la persona que está llamada a relevarle.
Los monarcas han bajado al interior del buque junto a su hija mayor para conocer el estrecho camarote donde dormirá la joven de 19 años junto a otras dos compañeras (tres literas, en total, en un espacio ínfimo) y las instalaciones que serán su hogar durante los próximos cinco meses. Tras este momento privado, han bajado del buque a tierra y, desde ahí, como el resto de familiares, los Reyes han dicho adiós a su hija, muy emocionados, mientras el barco ha iniciado su larga travesía mar adentro.