La Reina Letizia suele acudir a esta cita con traje de chaqueta, un estilismo working que cuadra a la perfección con la reunión que tienen por delante este jueves 27 de junio. Y es que tanto ella como su marido, el Rey Felipe, presiden la reunión de la comisión delegada de la Fundación Princesa de Girona en el Palacio de la Zarzuela. Sin embargo, en esta ocasión ha roto todos los esquemas, de expertos y de cualquier mortal.
Gracias a su estilista, Eva Fernández, la Reina cuenta con varias fórmulas de estilo. Prueba de ello que ambas sepan adaptarse a todo tipo de situación, ya sea por un problema de salud en sus pies o bien por la importancia del acto en sí. Si bien no siempre aciertan, esta vez sí han tenido tino.
La falda de 229 euros de la Reina que ha cautivado a todos
Letizia ha huido de lo tradicional, así como de sus looks más otoñales para dar la bienvenida al verano por todo lo alto. ¿Cómo? Pues con una falda multicolor plisada de crepe de Hugo Boss. Es estampada, de cintura de tiro medio y tiene un cierre con cremallera, lo que ayuda a que sea especialmente cómoda. Pero, ¿cuál es su precio a fecha de este artículo? Cuesta 229 euros, a lo que hay que sumar el resto de prendas y accesorios.
Una pieza tie dye que pocas veces eligen las royals
Es el modelo Georgette y muestra una tendencia que, a día de hoy, no ha pasado de moda. Nos referimos al tie dye, siendo los tonos rosas y morados los auténticos protagonistas de su elección. Eso sí, no es lo único llamativo, pues además de este estampado tan único, se trata de una falda poco habitual entre las royals. La razón de esta afirmación está en el dibujo.
Copia el look de Letizia:
Comprar falda de Hugo Boss
Comprar sandalias joya
A pesar de que Letizia es una gran aficionada de la falda plisada, un gusto por cierto muy aplaudido, esta vez ha querido un paso más allá. Uno con el que no deja indiferente a nadie.
Además de una camiseta blanca, que aporta sencillez, Letizia ha lucido unas sandalias tipo joya, que dejaban al descubierto de nuevo su dolencia en los pies. De nuevo hemos visto un esparadrapo en su pie derecho, el cual une varios de sus dedos y ayuda a agilizar su recuperación.
Son de Magrit y están en su armario desde hace bastantes años. De hecho, las mostró públicamente por primera vez en el año 2011, aunque con un look que nada tenía que ver con el de hoy. Tras 13 años en su poder, este calzado no está disponible, una auténtica pena teniendo en cuenta lo que viste en cualquier estilismo de día o de noche.
Tal ha sido su éxito que existen numerosos artículos que catalogan a estas sandalias como unas de las más bonitas de Letizia. Son versátiles, dejan su empeine al aire y son planas, detalle especialmente importante si analizamos las recomendaciones médicas de los últimos meses. Desde el 6 de mayo no ha vuelto a subirse a unos tacones, ya que en los días previos se fracturó una falange, lo que se sumaba a su neuroma de Morton.
En lo que respecta a sus joyas ni pulseras ni colgantes. Al menos a la vista. Solo apreciamos su anillo amuleto, una alianza que esconde varias frases en italiano y que ha multiplicado su precio desde que Letizia lo lleva consigo, y unos pendientes dorados que aparentemente pesan poco y son perfectos para un acto privado u oficial.
El enorme armario donde Letizia guarda esta pieza y el resto de su ropa
Todo esto nos lleva a pensar de nuevo en un detalle: el enorme armario con el que cuenta Letizia en Zarzuela. Recordemos que en SEMANA hablamos con varios expertos, quienes detallaban la forma en la que guardaba su ropa para estar perfecta, además de otros puntos muy curiosos. Por ejemplo, dónde atesora las millones de prendas que ha ido adquiriendo desde que llegó a la Familia Real.
Al parecer, dispone de un enorme guardarropa en la segunda planta del Pabellón del Príncipe, donde residen los Reyes. Ahí guarda tanto el look de este evento de trabajo como el resto lucido hasta ahora, ya sea en zonas abiertas o en armarios cerrados, cuyos muebles protegen lo más delicado.
La de este jueves es su primera cita juntos en lo que va de semana, lo que, de nuevo, nos lleva a analizar su actitud, gestos o miradas. No han dejado de estar pendientes del otro, compartir impresiones y destilar comodidad ante todos los presentes.