‘First Dates’ se ha convertido en el programa más exitoso de Cuatro. 8 años ininterrumpidos batiendo récords de audiencia le avalan. El restaurante más famoso de la tele continúa abriendo sus puertas a diario para recibir a comensales que únicamente tienen un objetivo: enamorarse. Aunque… no siempre terminen consiguiéndolo. El formato de Carlos Sobera intenta buscar la media naranja perfecta a todo el que llega buscando el amor. Es el caso de Sofía, que protagonizó ayer una de las citas más surrealistas del programa. Ella es una exitosa abogada que habla cinco idiomas, con las reglas del amor muy claras y que iba a cenar con la idea de encontrar a su príncipe azul por primera vez en su vida.
Soltera desde que nació
"No me he besado con ningún chico y hace poco tuve un accidente mortal con el coche”, decía la chica a bocajarro ante la atenta (y perpleja) mirada de Carlos Sobera. Llegaba dispuesta a empezar a creer en el amor y por eso recibió con los brazos abiertos a Pablo, un entrenador de aficionados a jugar al póker online. Una profesión ‘exótica’ para la abogada que hizo que conectasen desde el primer minuto, pese a que para Sofía no fue fácil: “Me he convertido en una mujer fuerte, he superado obstáculos... Vengo de una familia humilde y soy muy buena persona”, le decía mientras recordaba su calvario luchando contra el bullying.
Una canción y un plato intacto
Charlaron, ella le contó casi toda su vida en forma de monólogo e incluso hubo música en directo. Sofía se levantó y entonó una canción micro en mano, con su contoneo incluido. Pablo, que no daba crédito, solo atinó a espetarle un: “Tienes una voz preciosa”. Tal fue la conexión y el momento romántico que vivieron ambos que se les olvidó cenar. Las dos gemelas y camareras del programa se acercaron a su mesa para servirles el segundo plato y aún no habían probado el primero. La abogada no paró de hablar en todo momento, ante la sorpresa de un Pablo que no sabía ni qué hacer. "Chicas, lo siento, perdonadme... ¿Podéis darme unos minutos?”, le dijo la soltera a las camareras mientras se terminaba el plato. Contra todo pronóstico, ambos quisieron darse una segunda oportunidad y tener más citas fuera del programa.