Tras subirse al Ahoy Arena de Rotterdam el pasado jueves para realizar su primer ensayo y mostrar todas sus cartas de cara a conseguir alzarse con el micrófono de cristal, Blas Cantó ha vuelto a pisar este sábado el escenario del Festival de Eurovisión 2021 en sus segundo ensayo. Con pocos cambios con respecto a su primer pase, el cantante murciano ha dirigido su mirada al cielo en un claro gesto de homenaje a su abuela, que fallecía hace unos meses a raíz del coronavirus.
El pasado jueves, durante la rueda de prensa, Blas Cantó avisó de que habría algún que otro cambio con respecto a los planos y la realización de su puesta en escena. Y así ha sido. En esta ocasión, el interprete de "Voy a quedarme", que sigue luciendo un look de lo más sobrio, se encuentra solo en un escenario con fondos estrellados. En este segundo pase, al que ha tenido acceso SEMANA, se han visto algunos pequeños ajustes en la realización, así como en la luz de la actuación que ha hecho que le dé un toque más intimista a toda la propuesta.
De la misma forma, el director artístico de la delegación española, el austriaco Marvin Dietmann, ha apostado por cambiar algunos planos generales por planos cortos para hacer que la mirada del cantante a cámara cobre protagonismo, así como mejores en la iluminación con tonos cálidos para hacer que se transmita mejor el mensaje de la canción, según ha explicado el propio Dietmann. Sin embargo, esos planos intimistas, en los que el humo también cobra importancia, se ven reducidos a un segundo plano con la aparición de una gigantesca luna, que conforme acaba la actuación comienza a teñirse de rojo. Una elemento que no ha sido bien recibido por la inmensa mayoría de los seguidores del certamen musical europeo y que no han dudado en hacer bromas sobre la misma.
Debido al revuelo ocasionado por este gigantesco elemento sobre el que Blas Cantó aseguró que simbolizaba el cielo para así no sentirse solo en el escenario y poder sentir a su abuela durante una de las actuaciones más importantes de su vida, durante la rueda de prensa de este sábado, la jefa de delegación de España, Ana María Bordas, ha explicado en profundidad el significado de la misma. "Toda la interpretación es sobre Blas y su emoción, y la historia detrás de ‘Voy a quedarme’. La canción es un diálogo entre Blas y su abuela. Marvin y Blas, y también RTVE, compartimos impresiones y elegimos cómo mostrar ese diálogo, es un buen modo de conducir esa historia. La luna en cierta forma representa el ciclo de la vida", sentenciaba y hacía hincapié en que todo el equipo estaba contento con el resultado. Todo lo contrario que los seguidores del certamen musical europeo, quienes corrían a las redes sociales para expresar sus impresiones después de ver el adelanto de 30 segundos de la realización de la misma y lanzaban críticas contra el elemento en cuestión.
España actuará en la primera mitad de la Gran Final de Eurovisión 2021
También en rueda de prensa, la UER ha llevado a cabo el sorteo de mitades en las que actuará nuestro país, así como el resto de miembros del Big Five (Italia, Francia, Reino Unido y Alemania) y el anfitrión, Países Bajos. Blas Cantó actuará en la primera mitad de la Gran Final de Eurovisión 2021, un resultado que no le ha pillado por sorpresa puesto que minutos antes bromeaba con este hecho.
Antes de él, el grupo Måneskin, representantes de Italia, se subían al escenario del Ahoy de Rotterdam para realizar su segundo ensayo. Con cambio de vestuario y algún que otro cambio de plano, los ganadores del Festival di Sanremo volvían a consolidarse como uno de los grandes favoritos para ganar el certamen. Asimismo, Barbara Pravi, la representante de Francia, tras su actuación, que vino acompañada con algún que otro problema en su corset, disparaba sus cuotas en redes sociales y se convertían también en una de las grandes favoritas para hacerse con el micrófono de cristal.