El Festival de Eurovisión 2021 está a la vuelta de la esquina y todos los artistas de los países participantes han tenido su primer contacto con el escenario del Ahoy Arena de Rotterdam. A lo largo de esta semana, los diferentes participantes han realizado sus primeros ensayos en la sede del la 65ª edición del certamen musical europeo y han puesto todas sus cartas sobre la mesa con las que lucharán por intentar conseguir alzarse con el tan ansiado micrófono de cristal.
Este jueves, Blas Cantó, acompañado por sus cinco coristas, se subía al impresionante escenario del Festival y desvelaba, por fin, uno de sus secretos mejor guardados: la puesta en escena de 'Voy a quedarme'. Emocionado tras dos años de espera, el murciano realizaba su primer pase apostando por el minimalismo y con una gran luna como protagonista de la actuación. Un elemento que ha corrido como la pólvora a través de las redes sociales y que ha despertado las críticas de una gran parte de los seguidores del evento.
El próximo 22 de mayo, Blas Cantó rendirá un homenaje a su abuela frente a más de 200 millones de espectadores. Por ello, el cantante, así como Televisión Española y su equipo, ha apostado por llevar sobre el escenario de Rotterdam una actuación de lo más minimalista y sobria en la que el murciano podrá mostrar todas sus cualidades vocales. Eso sí, a pesar de que está acompañado por un coro que queda fuera de plano puesto que se encuentra situado detrás del escenario, lo cierto es que una luna de 7 metros de diámetro le quitará todo el protagonismo.
Introduciendo nuevos arreglos en la canción para poder comenzar "a capella" su actuación, tal y como ya hizo en la gala de elección de la canción, así como una base musical que dista mucho de la primera versión, la actuación apuesta por unos fondos estrellados en tonos negros que conforme avanzan los minutos da paso a una gran explosión.
Tras su primer ensayo, ya en rueda de prensa, el cantante se mostró feliz por su primer ensayo, aunque dejó claro que iban a hacer algunos cambios de cámaras para que todo pudiera estar perfecto de cara a la final. Sobre el significado del elemento principal de la actuación, la luna, el murciano aseguró que habían querido representar el cielo en el escenario para que su abuela, la mujer más importante de su vida, que falleció a consecuencia del coronavirus hace unos meses, estuviera cerca de él en una de las actuaciones más importantes de su vida.
Asimismo, Blas Cantó reconoció que está emocionado por poder contar su historia al resto de Europa. "De alguna forma, esto es hermoso. Porque ella está arriba, en el cielo y ahora, con este escenario, yo también estoy en el cielo y lo siento conmigo. Muchas veces le he dicho a mi equipo 'no quiero estar aquí, quiero estar en mi casa, con mi familia, no quiero perder a nadie más'. Pero tengo que hacerlo... Por ella, por todos. Porque la vida sigue y las cosas pasan. Y lo siento, estoy sentimental. Estoy llorando todo el tiempo, pero no quiero llorar en este escenario, porque es el momento de mi vida", decía en rueda de prensa tras su primer ensayo.
Sin embargo, mientras que él se emocionaba al explicar el significado de su puesta en escena ante los periodistas, lo cierto es que las críticas hacia su primer ensayo se hacían notar a través de las redes sociales a raíz de la presencia de la gigantesca luna. "¿Dónde está el trabajo?", "¿Una única luna gigante es lo único que se le ha ocurrido al escenógrafo?", "¿Dos años para que nos pongan una pelota?", son solo algunos de los comentarios que se pueden leer.
Francia, Italia e Islandia, los grandes favoritos para ganar el Festival
A lo largo de esta semana, los países han mostrado sus grandes bazas de cara a las dos semifinales y la gran final del certamen, que en esta ocasión puede presumir de ser uno de los más abiertos entre los últimos años. Así, tras realizar su primer ensayo, una de las grandes favoritas en las últimas semanas, Malta, con Destiny Chukunyere a la cabeza, llegaba al Ahoy de Rotterdam y se desplomaba en las casas de apuestas después de su primer pase. Por su parte, Italia, Islandia y Francia han revalidado su título como grandes favoritos para alzarse con el micrófono de cristal.