Lágrimas y mucho miedo se han vivido en los Cayos Cochinos este martes, cuando José Carlos Montoya ha tenido que ser evacuado de la playa, de forma urgente, al sentir un bajón en su estado de salud. Malestar general, dolores, fiebre... el sevillano se ha sentido con las defensas muy bajas y ha desatado la preocupación entre sus compañeros. Sobre todo entre aquellos que le quieren y disfrutan de él a diario, como Carmen Alcayde y Anita Williams. Ambas se han deshecho en lágrimas al ver que el concursante abandonaba la isla y no han dudado en confesar que estaban aterradas al pensar que pudiese dejar el concurso de forma definitiva. "La situación ha sido muy difícil para Carmen y para Anita, y están deseando saber cómo se encuentra Montoya", anunciaba Laura Madrueño en 'Tierra de nadie', "ya habéis visto sus reacciones y lo mal que lo han pasado".
Anita, incapaz de contener las lágrimas, aseguraba que “llevo desde ayer sin dormir… me fui supertarde. No me imagino la aventura sin él, así que espero que esté superbién, que se haya curado y que venga más fuerte que nunca”. Además, la concursante explicaba que para ella, Montoya es “un pilar fundamental” y el hecho de que no volviera “no lo quiero ni pensar”, comentaba ante Carlos Sobera en 'Tierra de nadie', donde darían la última hora sobre su salud y su continuidad en el programa.
Algo similar sentía Carmen Alcayde, que se mostraba completamente destrozada ante su marcha. Ella también considera al exconcursante de 'La isla de las tentaciones' como su gran compañero de aventuras, y se ha emocionado al recordarle: “estaba bien pensando que iba a volver a los juegos, pero si me dices que sigue aislado, pues ahora estoy mal”, le decía a un Sobera que anunciaba que hoy sabrían qué pasaría con Montoya en 'Supervivientes 2025'.
La televisiva explicaba que "he pasado una noche muy triste sin él y estoy deseando verle. No me puedo ni imaginar que no volviese al programa. Sería horrible porque mi concurso y el suyo… Somos dos siameses". Unas palabras que no sonaban extrañas después de ver su reacción a la marcha de Montoya: "¿Por qué no se ha despedido? No puedo aguantar", decía, tumbada en la playa, entre lágrimas y abrazando un peluche.
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Montoya regresa a la playa para enfrentarse a la decisión del equipo médico sobre su continuidad
"Mejorcillo que muerto", así ha confesado sentirse Montoya en su regreso a la playa tras su evacuación de urgencia por un bajón de salud. "Hacía tiempo que no me encontraba así, han sido horas duras, y quería volver que no me gusta irme así sin despedirme", confesaba a sus compañeros, sobre todo dirigiéndose a su amiga Carmen Alcayde, "estoy mejor, los cuidados son fantásticos, el equipo médico quita to el sentío, hay que darle un aplauso, pero de verdad", continuaba el sevillano. Sin embargo, la última palabra la tenía el equipo médico. "Una cosa es como se sienta uno y otra lo que opinen los médicos, que miran por vuestra salud", apuntaba Carlos Sobera antes de leer el diagnóstico final del equipo.
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"Ayer Montoya fue atendido por un cuadro de malestar general: dolores articulares, malestar general y fiebre elevada, por ello fue evacuado para su tratamiento y observación. La buena respuesta al tratamiento y la desaparición de los síntomas permiten que regrese con sus compañeros", anunciaba el presentador ante la euforia de sus compañeras Carmen y Anita, que lo celebraban como a quien le toca una lotería. "Enhorabuena, bienvenido", le decían el resto de compañeros.
El mal momento que vive Montoya en 'Supervivientes'
Tras su fortísimo encontronazo con Manuel González, en el que terminaba protagonizando un fuerte cruce de reproches y que acababa con el de Utrera envuelto en un mar de lágrimas, el concursante vivía un importante bajón físico y emocional. El andaluz no soporta la idea de tener al gaditano de nuevo en la isla después de lo mal que lo ha pasado tras la infidelidad de Anita Williams con él en 'La isla de las tentaciones 8'.
El cantante se encuentra en una situación límite y hasta ha llegado a confesar que no se encuentra con fuerzas de continuar. Tanto que terminaba juntándosele con un dolor físico, un cansancio extremo y unas décimas de fiebre que le llevaban a requerir la intervención del equipo médico. "Ayer desfogué mucho y a nivel emocional broté mucho", confesaba a la llegada del médico a la playa, que no tardaba en hacerle una exploración rápida antes de evacuarlo de la isla.