Un nuevo martes en 'Tierra de nadie', pero esta vez no llueve. Carlos Sobera ha arrancado, como cada martes, un nuevo programa de 'Supervivientes' y no ha podido evitar hacer hincapié en el buen tiempo que azota esta vez Honduras. "Ya voy a mandaros otro temporal para el próximo martes, vais a saber lo que es vivir en Bilbao, ya he encargado tormenta, no hay respiro", bromeaba con Laura Madrueño, que le suplicaba que les diera "un respiro", ya que es "el primer 'Tierra de nadie' con solazo en esta temporada". La presentadora, desde los Cayos, explicaba todo lo que estaba previsto para el programa de la noche: "os vamos a contar cómo está Montoya, vamos a vivir el primer juego de pre-líder, contaros cómo han ido las cosas en la playa después del toque de atención por el fuego...", adelantaba.
Sin embargo, un hecho inesperado ha cambiado toda la previsión de la gala. Así lo ha anunciado el propio Carlos Sobera, que ha querido explicar que "un pergamino" ha sido el causante de "la mayor bronca de la historia de esta edición de 'Supervivientes'". Algo que ha obligado a la organización a tomar "medidas urgentes" y "nos ha obligado a cambiar a última hora la escaleta del programa".
"Todo ha pegado un vuelco hoy", apuntaba el presentador, dejando a la audiencia en vilo ante lo que podría haber ocurrido para tal revolución en el programa.
"Un pergamino que Poseidón ha mandado a Playa Calma y Playa Furia ha desatado un terrible enfrentamiento que ha durado más de seis horas y que ha puesto a todos contra las cuerdas", explicaba el presentador, "es algo que nos ha obligado a cambiar la escaleta por completo, por lo que no sabemos qué va a pasar esta noche", continuaba señalando. "Ha sido la mayor bronca jamás vista hasta la fecha" en esta edición.
Carlos Sobera explica la situación en Honduras
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Sobera ha explicado que la situación les ha llevado al límite "más absoluto", lo que "ha provocado que hayamos convocado un oráculo extraordinario".
Un pergamino que pone a los supervivientes al límite
La tensión estuvo muy presente en los dos equipos. La llegada de un pergamino que ponía a prueba a los equipos, revolucionaba las playas. Unas piedras escondidas por la playa les prometían recompensas, tanto individuales como grupales. Y comenzaba 'la guerra' a la que se han vuelto a enfrentar esta noche en el oráculo.
Koldo se quejaba de que sus compañeros le habían quitado parte de su tiempo de búsqueda, "no me enfadé, pero me dolió mucho, porque en 47 días era la única prueba en la que yo podría conseguir un premio individual, yo los domingos sé que no puedo ganar. Pensaron que yo era muy lento y cambiaron la táctica".
Sin embargo, Borja se quiso explicar: "Lo estábamos haciendo los dos equipos a la vez, y los otros llevaban tres piedras y nosotros ninguna, entonces nos pusimos nerviosos y queríamos a alguien rápido", comenzaba señalando el concursante.
En el otro grupo, las cosas tampoco eran distintas. Manuel, Makoke, Pelayo y Damián lograron grandes recompensas (en forma de comilonas), que compartieron entre ellos. Pelayo ganaba una recompensa y decidía compartirla con Damián, mientras que el olímpico hacía lo mismo con su premio: compartirlo con el diseñador. Manuel, por su parte, compartía la suya con Makoke. "Para mí fue un lunes negro", ha confesado Carmen Alcayde, "me hubiera gustado que al repartir las tres recompensas, siendo seis, se hubiera compartido conmigo y con Monti, que estaba en el suelo siendo atendido por los médicos", continuaba explicando, "estabais en un picnic y nosotros mirando".
Concursantes de Supervivientes
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Lo cierto es que la prueba de Poseidón desató el caos absoluto en las playas, tanto es así que el tema ocupó gran parte de la escaleta del programa de 'Tierra de nadie', que terminó centrándose por completo en resolver el conflicto en un oráculo inesperado.
"Fue superinjusto, demostraron el egoísmo que tienen una vez más", seguía diciendo Carmen, "me parecéis las personas más egoístas de la tierra, había una persona enferma y había tres recompensas, y somos seis, podríamos haber comido todos", explicaba. Y por si esto fuera poco, tanto Pelayo como Damián se comieron, tras su recompensa, la porción de arroz que les corresponde de forma diaria, "es que tenemos mucha hambre", confesaba Pelayo.
Además, Montoya no dudaba en señalar que lo primero que le había preguntado Damián al reincorporarse al grupo tras su evacuación, es si estaba "a tope" para enfrentarse a la prueba de recompensa. "Eres un 'penas', tío, no mal metas, te he preguntado cómo estabas", se explicaba Damián.
Una polémica que, de momento este martes, no llegaba a solucionarse...