Siete meses después de romper en la hoguera final de 'La isla de las tentaciones', Susana Molina y Gonzalo Montoya han vuelto a verse las caras en los platós de Mediaset. Allí, el sevillano entraba completamente roto. La pena por el desamor es tal que aún no ha superado la ruptura. "No duermo, no como", admitía.
El esperado reencuentro entre Gonzalo y Susana
En los minutos previos a su reencuentro con Susana, Gonzalo se vino abajo. Derrumbado y roto, no podía reprimir las lágrimas. "Pensaba que iba a estar mejor, pero al llegar a Telecinco me he roto. Ha sido llegar a Mediaset y acordarme de cuando estábamos juntos. No sé si lo voy a poder hacer. Es muy difícil", reconocía.
El joven recordaba con tristeza cómo vivió la noche en que su exnovia lo dejó en el 'reality'. "Estaba en estado de shock que no podía ni hablar", ha relatado. Además, al regresar a España tuvo que enfrentarse a la muerte de su abuela. "No tener el apoyo de Susana fue bastante duro. Me hubiera gustado que se hubiera esperado a volver a estar en casa".
"jamás amaré a una persona como he amado a Susana"
A pesar de sus nervios, el andaluz era consciente de la realidad: "El problema es que ella no está enamorada de mí". Ella ya no siente amor por él, pero no sucede lo mismo a la inversa. Los sentimientos por su parte siguen a flor de piel. "Jamás amaré a una persona como he amado a Susana y lo tengo claro. Puedo tener hijos, puedo casarme con otra persona, pero lo que he vivido con ella no lo viviré con otra persona. Soy una persona muy insegura y ella era mi protección. No hay nada negativo que me haya aportado ella. Es la pareja perfecta. Voy a envidiar el hombre con el que esté toda mi vida, pero así es la vida".