Ni Kiko Rivera ni Irene Rosales han ocultado que su fichaje por ‘GH DÚO’ llegó en el momento que más lo necesitaban, cuando su economía hacía tiempo que estaba en números rojos. Si bien el matrimonio ha hablado del tema en varias ocasiones desde que están dentro de la casa de Guadalix de la Sierra, la sevillana ha hecho una confesión sorprendente, hubo una época en la que vivían gracias al salario que ella recibía de SEMANA, donde estuvo escribiendo un blog, ‘Así soy yo’.
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En abril de 2017, Irene comenzó con este proyecto que, como ahora pasa con el reality, llegó en el mejor momento. “Hay meses que, por ejemplo, hemos vivido solo de mí porque yo tuve un blog en una revista (refiriéndose a SEMANA) y yo lo que ganaba de ahí era lo que entraba en casa”, desveló a Carolina Sobe.
Según ha contado, hubo una época en la que Kiko no era capaz de ahorrar y no llegaban a fin de mes. “Nosotros nos hemos ido apretando y él ya es muy consciente, y yo muchísimo más. Él se ha dado cuenta de que ha malgastado mucho dinero, muchísimo. Por ejemplo, si él se iba a trabajar, ¿qué hacía? ¿Le controlabas el dinero y le dabas lo justo? No puedes. Además, el dinero es suyo y yo no le puedo decir: ‘dámelo’”.
Por suerte, las cosas han cambiado para ellos gracias al concurso y por fin vende una salida a unos problemas económicas que podrían haberse convertido en una herencia pésima para sus hijas. “Yo estoy empezando desde cero en todos los aspectos. Me tuve que sentar con mi madre y decirle, ‘mamá, es que no me queda otra. O doy el pasito o me arruino mi vida de por vida’. Y ya no es mi vida, que me da igual, es la de mis hijas porque las deudas de Hacienda y cosas de esas se van sumando y va a llegar un momento que va a haber una deuda tan grande que no se puede pagar y les va a pasar a mis hijas”, explicó a Sobe.
Por eso no duda en darlo todo dentro de ‘GH DÚO’. “La verdad es que yo estoy súper contenta, contentísima, de haber dado el paso y haber entrado”, confesó. “Primero porque me ha solucionado lo que me ha dado la vida. Segundo porque cuando tienen una imagen de ti sin conocerte tú dices: ‘es injusto, qué rabia’. Ahora todo el mundo tiene el derecho a opinar de mí o a juzgarme como quiera. Pero antes sin conocerme no”.