Era un regreso muy esperado, y han querido hacerlo por todo lo alto. El lugar elegido no podía ser más simbólico: la sala Joy Eslava, testigo de innumerables momentos del corazón patrio y con una huella imborrable en la hemeroteca de este país. Nada ha sido fruto de la casualidad, y el efecto ha sido inmediato: la calle, literalmente, abarrotada. Allí estaban algunas de las caras más reconocidas del universo televisivo: Belén Esteban, Chelo García Cortés, Víctor Sandoval, Lydia Lozano… Y, cómo no, los presentadores de esta nueva etapa: María Patiño, Inés Hernand y Aitor Albizua. Todos ellos, protagonistas de una cita que promete reescribir las reglas de las tardes en la televisión española.

El secretismo en torno al programa ha sido absoluto. Los propios colaboradores aseguran no saber a lo que se enfrentan. O, al menos, eso es lo que nos han querido hacer creer. ¿Llegarán con exclusivas bomba, como las que marcaron la era dorada de Sálvame? ¿Con quién compartirán mesa y plató? Todo son incógnitas. Desde Semana, que estuvo presente en el evento, tenemos claro que esta estrategia busca generar expectación, alimentar el misterio y elevar las expectativas al máximo. Y vaya si lo han conseguido.

Un ambiente electrizante en la calle Arenal

La calle Arenal estaba a rebosar. Decenas de seguidores esperaban ansiosos frente a las puertas de Joy Eslava, móvil en mano, con la esperanza de captar una imagen, una palabra, una sonrisa. Junto a ellos, un nutrido grupo de periodistas buscaba obtener las primeras declaraciones de quienes, a partir del 22 de abril, volverán a ser los protagonistas de las sobremesas televisivas.

El nerviosismo se palpaba en el ambiente. Nuestra revista lo vivió en primera persona: la emoción, la urgencia por no perderse ni un solo detalle, ni una sola frase. Cada aparición provocaba una reacción. Lydia Lozano, por ejemplo, repetía visiblemente cansada que no podía decir nada, que no tenía autorización para dar ninguna pista. Inés Hernand, por el contrario, se mostraba pletórica, deseando compartir su entusiasmo con todos los presentes. Esa energía desbordante era una pista en sí misma: lo que viene será grande.

La familia de la tele

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Gtres

¿Saben realmente a lo que van?

Esa fue, quizás, la pregunta más repetida de la tarde. ¿Saben realmente a lo que van? Todos coincidían en lo mismo: no. Aseguran que no conocen los contenidos, los temas ni con quién compartirán plató. Podemos creerlo o no, pero el mensaje era claro y constante. Algunos ya mostraban cierta fatiga ante tanta insistencia. ¿Será parte del espectáculo? ¿Una campaña perfectamente orquestada para mantenernos enganchados? Todo apunta a que sí.

La rueda de prensa: las primeras pistas del nuevo show

El evento culminó con una rueda de prensa en la que, por fin, se desvelaron algunas claves. Lo primero y más importante: el programa se estrena el próximo 22 de abril. A partir de ahí, llegaron las primeras declaraciones de intenciones.

“Queremos ser el pegamento que una a la gente de España”, afirmaron, en una frase que revela el espíritu con el que arranca este nuevo proyecto. A esa idea se sumó Inés Hernand, que añadió: “Internet fragmenta, la televisión une… y las tardes van a ser nuestras”.

Frases potentes, cargadas de simbolismo, que dejan claro que el objetivo es ambicioso: reconectar con el público, emocionar, entretener, recuperar ese espacio común donde todos se sientan parte de algo.

La familia de la tele

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Un plató como un barrio: la televisión como punto de encuentro

Otro de los detalles revelados fue el diseño del plató. Y no es menor: “El plató recreará un barrio”, dijeron. Una propuesta escénica que busca reflejar cercanía, comunidad, vida cotidiana. Un lugar donde se puedan dar conversaciones reales, como las que surgen en la calle, en la tienda de toda la vida, en el bar de la esquina.

Y en medio de toda esta expectación, no faltaron los momentos personales. María Patiño, fiel a su estilo, no se guardó nada: “Hoy me he levantado con la cara desfigurada porque ayer fui al dentista… Me han tenido que pinchar Urbason para poder estar aquí”. La anécdota, contada con humor, fue celebrada por todos los presentes.

Así comienza esta nueva aventura. Sin desvelar demasiado, pero dejando claro que lo que viene no pasará desapercibido. La televisión, una vez más, se prepara para sorprendernos.

Y desde Semana, por supuesto, estaremos ahí para contarlo.