La insólita razón por la que Rocío Carrasco pidió un desfibrilador en pleno directo de 'Bake Off'

'Bake Off: Famosos al horno' está llegando a su final. Cada vez son menos los concursantes que se enfrentan a las cocinas de Rtve y por eso cada vez es más difícil decir 'adiós' al expulsado. Los famosos se han hecho muy buenos amigos compartiendo tantos momentos juntos y las decisiones del jurado no siempre son bien recibidas. En las despedidas de cada semana hemos visto lágrimas, sorpresa... pero en la de esta última entrega las reacciones de los 'talents' han sido completamente eufóricas. ¿El motivo? Una insólita decisión del jurado.

Después de las tres pruebas a las que se enfrentaban, el jurado se ha visto incapaz de 'echar' a ningún concursante, y así lo desvelaba Eva Arguiñano tras poner en la palestra a Rocío Carrasco y Pablo Puyol, los más 'flojitos' de la última prueba: "quien abandona la carpa de Bake Off es... NINGUNO". Unas palabras que dejaban completamente boquiabiertos a los concursantes.

"Ay, que nos hemos salvado los dos... un desfibrilador, por favor, uno de esos que te hace así al corazón y te lo saca otra vez para adelante", pedía Rocío tras la noticia, celebrando que sigue una semana más en el programa.

La decisión del jurado llenaba de alegría el plató después de tantas emociones que habían ocupado la gala. Entre ellas, la sorpresa de sus compañeros al comentario más 'descarado' de Alba Carrillo, que se atrevía a responder sin tapujos a las críticas del mismísimo Paco Roncero.

Tras una prueba en equipo junto a Ana Boyer y Blas Cantó, Roncero criticaba el plato y el cantante se defendía en que quizá había sido fruto de un "mal día". Sin embargo, la modelo, con ese tono irónico que la caracteriza, le ha soltado a Roncero que igual era él quien tenía un mal día y por eso les valoraba negativamente: "a ver, a lo mejor, el mal día, y no te lo tomes a mal, lo tienes tú. Igual te lo tienes que ver, es que te veo muy radical”.  El chef, eso sí, no se quedaba callado ante el atrevimiento de Carrillo: "Alba, me parece muy bien que te rías ahora, pero ten cuidado. Todavía puedes llorar”. Ahí ya sí que Alba Carrillo se ha tenido que morder la lengua.