Fue uno de los vestidos que nos han quedado marcados en la retina, y eso que muchos de los estilismos de la reina Letizia son difíciles de olvidar. Lo estrenó para acudir a la representación de la ópera Don Carlo de Verdi en la inauguración de la 23ª temporada del Teatro Real, en septiembre de 2019. La Reina apareció blanca y radiante, como una novia, con un vestido midi de escote cruzado que nos dejó con la boca abierta. Un look que todavía hizo insuperable gracias sus complementos: los zapatos de Manolo Blahnik, los pendientes de diamantes negros de De Grisogono y las pulseras gemelas de diamantes de Cartier, pertenecientes a las llamadas joyas de pasar.
El vestido era de la firma Lola Li y cuando se lo vimos a Letizia no se podía comprar porque se trataba de una adaptación realizada en exclusiva para ella de la la colección de prêt-à-porter de la marca madrileña. Pero la vida da muchas vueltas, y lo que hace año y medio era imposible ahora se ha hecho realidad.La firma ha lanzado una colección limitada de vestidos de novia en la que se han reeditado las creaciones más míticas de la marca. Y, como es lógico, el vestido blanco de Letizia no podía faltar.
El vestido nupcial réplica del de Letizia
El nuevo vestido nupcial que es una replica del de la Reina lo han bautizado con el nombre de Carli. Está confeccionado en satén blanco mate y con un corte midi. Su patrón cruzado da vida a un drapeado recogido a la cadera y una falda de estilo pareo. Como detalle sutil están los botones dorados en sus puños, y, al igual que el de Letizia, su rasgo más identificativo es el escote que está inspirado en las solapas de una americana de smoking. Un escote que en su día a la Reina le provocó un pequeño quebradero de cabeza porque se abría demasiado y tuvo que pedir un imperdible para controlarlo.
Este diseño es perfecto para una boda civil o más intima, como mandan los nuevos protocolos en los enlaces post-covid, en las que las novias han roto con la estética tradicional del universo bridal para abrazar un estilo más minimalista, donde las líneas sencillas y la ausencia de ornamentos románticos se adaptan mejor a los nuevos tipos de celebración.
También para ocasiones especiales
Pero no solo el vestido es ideal para una boda. Aunque está dentro de la colección nupcial, este diseño que ya nos enamoró cuando se lo vimos a Letizia nos sigue pareciendo igual de perfecto para cualquier evento o fiesta a la que tengamos que acudir. No hace falta que vayas a dar el "sí, quiero" para quererlo, su diseño se va a adaptar a muchas otras ocasiones y, además, no va a pasar nunca de moda.¿El precio? 300 euros, pero es una inversión que merece la pena. Ya sea como traje de novia o para alguna ocasión especial, el vestido es de los que enamora para el resto de la vida.