La alfombra roja del Sporting de Montecarlo vuelve a desplegarse, un año más, para recibir a la familia Grimaldi en el evento más esperado de la primavera monegasca: el Baile de la Rosa. Esta gala benéfica, concebida originalmente por la princesa Grace y perpetuada con elegancia por su hija Carolina de Mónaco, no solo es un escaparate de lujo y filantropía, sino también una cita ineludible para los amantes de la moda. La edición de 2025 ha girado en torno a la temática “Sunset”, un concepto evocador que prometía mucho y que daba juego para inspirarse en los matices cálidos del ocaso y en la sensualidad de los últimos rayos del sol sobre el Mediterráneo. Sin embargo, si bien hubo quienes brillaron con luz propia, otros pasaron más desapercibidos de lo esperado.

Christian Louboutin, una vez más, fue el encargado de la dirección artística de la gala. Su visión, siempre vanguardista, convirtió el salón en un escenario bañado en tonalidades anaranjadas y rosadas, con destellos dorados que simulaban la transición del día a la noche. A diferencia de ediciones anteriores, en las que las temáticas fueron menos abiertas –como Bollywood en 2023 o la estética disco en 2024–, en esta ocasión quedaba un poquito menos claro, pero eso permitió a los invitados jugar con su propia interpretación teniendo en cuenta el dress code. No obstante, esta libertad también dio pie a apuestas estilísticas que oscilaron entre el  acierto y la sobriedad extrema.

 

Charlene y Carolina de Mónaco en el Baile de la Rosa 2025

Charlene y Carolina de Mónaco en el Baile de la Rosa 2025

Foto: Gtres

Del encaje de Charlene al blanco nuclear de Carolina de Mónaco en el Baile De la Rosa 2025 

Y hablando de sobriedad, Carolina de Mónaco, la indiscutible anfitriona y una de las mujeres más elegantes de su generación, optó este año por un vestido blanco, para variar, de Chanel de escote asimétrico con pedrería en una de las mangas y parte del talle. La falda, larga y fluida, acompañaba con suavidad su porte regio, pero el conjunto carecía del dramatismo y la sofisticación a los que nos tiene acostumbrados. Si bien era una elección indudablemente refinada y acorde a su estatus, quedó un tanto deslucida en comparación con sus elecciones de otros años, cuando Chanel parecía entender mejor la importancia del impacto en una noche como esta.

En cambio, Charlene de Mónaco se alejó de su habitual minimalismo y sorprendió con una propuesta mucho más elaborada. La princesa apostó por un vestido negro de corte sencillo, sobre el cual llevaba un sobrevestido asimétrico, una especie de caftán, confeccionado en encaje verde agua con una lazada XXL de terciopelo negro en la cintura. Un look inesperado que, si bien no resultó excesivamente arriesgado, encajaba muy bien con su estilo. Charlene logró captar la atención con una elección diferente, aunque sin perder su esencia.

La familia Grimaldi en el Baile de la Rosa 2025

La familia Grimaldi en el Baile de la Rosa 2025

Foto: Gtres

La aristócrata italiana de embajadora de Dior en el Baile De la Rosa 2025 

Beatrice Borromeo, por su parte, hizo una vez más de embajadora de Dior con un llamativo vestido rojo de Dior. El escote en uve realzaba su porte aristocrático, mientras que el color vibrante añadía una dosis de energía y dramatismo que pocos pueden lucir con su misma naturalidad. La periodista, una de las favoritas de la prensa especializada en moda, volvió a demostrar por qué es para muchas una de las royals mejor vestidas de Europa. 

Alexandra de Hannover en el Baile de la Rosa de 2025

Alexandra de Hannover en el Baile de la Rosa de 2025

Foto: Gtres

El imponente vestido de Alexandra de Hannover y el Chanel poco sorprendente de Carlota 

Pero si hubo un look que realmente acaparó todas las miradas, fue el de Alexandra de Hannover. La hija menor de Carolina de Mónaco dejó a todos sin palabras con un espectacular vestido de princesa en rosa pastel firmado por Giambattista Valli. Con mangas caídas y escote Bardot, la parte superior de este diseño princess abrazaba su figura hasta la mitad del muslo antes de dar paso a una falda de volumen descomunal confeccionada en capas de tul, gasa y flores tridimensionales. Un diseño que recordaba inevitablemente al que lució en 2022, también de Valli, en tonos rojos y blancos, con una estructura similar en espiral. En esta edición, sin embargo, su elección resultó aún más acertada, consiguiendo un equilibrio entre teatralidad y elegancia. Su dominio del código de vestimenta en este evento confirma que Alexandra está consolidando su propia identidad estilística dentro de la familia.

La 'cara B' de esta instantánea. Carlota Casiraghi se mantuvo fiel a su eterno idilio con Chanel, pero su elección fue una de las menos memorables de la velada, como su madre. Optó por un vestido negro con pedrería en la zona del pecho y una doble falda que, aunque refinada, no tenía el impacto visual necesario para una noche tan especial. Como embajadora de la maison francesa, su lealtad a la firma es inquebrantable, pero en esta ocasión su estilismo careció de la emoción y la audacia que sí vimos en otras invitadas. Carlota, que en otras ediciones ha sabido encontrar el equilibrio entre sofisticación y modernidad, pareció estar completamente hastiada de elegir modelitos. 

Parte de la familia Grimaldi en el Baile de la Rosa 2025

Parte de la familia Grimaldi en el Baile de la Rosa 2025

Foto: Gtres

El look de Tatiana Santo Domingo: sin estridencias

Finalmente, Tatiana Santo Domingo llegó del brazo de Andrea Casiraghi y se decantó por una elección más romántica y bohemia con un vestido de manga sisa en tonos rosas, con cuello cerrado y un delicado estampado floral sobre el tejido satinado del diseño. Su estilo relajado es ya una constante en sus apariciones públicas, y si bien su vestido no generó la misma expectación que otros looks de la noche, se alineó perfectamente con su imagen personal, siempre alejada de la ostentación.