Hinojosa de la Sierra, localidad que pertenece a la provincia de Soria, ha sido el escenario que ha elegido Verónica Urquijo, prima de Teresa Urquijo, para darse el ‘sí, quiero’ con Roberto Truque tras una relación más que consolidada.
Una ceremonia de marcado estilo rural que se ha celebrado en el exterior en una carpa instalada para el acontecimiento. Ha contado con la presencia del alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, y Teresa Urquijo. La joven optaba por un vestido de corte midi, estampado y de manga larga. Llevaba sandalias de pulsera en tono rosa empolvado.
El "sí, quiero" ha reunido a un nutrido grupo de la aristocracia y de la alta sociedad. Entre las invitadas, Xandra Falcó quien ha sorprendido con un vestido largo de manga corta que contaba con un llamativo print tribal en vivos tonos.
Mientras que Pilar González de Gregorio, duquesa de Fernandina, ha elegido para la ocasión un vestido cruzado estampado en tonos azules. Combinaba su estilismo con bailarinas planas. Ha sido una de las pocas que se ha atrevido con un tocado. Carmen Fernández de Araoz Marañón, también conocida como Piru Urquijo, ha sido una de las mujeres más sofisticadas. La abuela paterna de la novia se decantaba por un envolvente diseño largo con un favorecedor estampado floral.
La novia, Verónica Urquijo, estaba radiante para este gran día. Ha lucido un traje nupcial de corte clásico con escote cuadrado, manga corta abullonada y velo. A su llegada a la ceremonia tenía algún que otro problema con el velo por el fuerte viento que azotaba. Llevaba el cabello semi recogido. A destacar el ramo, unas preciosas peonías.
Verónica Urquijo, de 31 años, es una de las tres hijas del matrimonio formado por Gonzalo Urquijo Fernández de Araoz y Marta Barreiros Cotoner. La madre de la novia está al frente de la conocida floristería Aquilea de Madrid. Una de las preferidas por la alta sociedad. Mientras que su padre es consejero delegado de Talgo y pertenece al patronato de la Fundación Princesa de Asturias.
Nueva boda en la familia Urquijo
Hace apenas tres meses desde que el Alcalde de Madrid, José Luis Rodríguez-Almeida y Teresa Urquijo celebraran una de las que hasta ahora ha sido denominada 'la boda del año', pues llegó a reunir a casi 500 invitados, muchos de ellos pertenecientes a la alta sociedad española.
No obstante, aunque en menor medida, pues el despliegue era menor, entre los asistentes a este enlace hoy celebrado también han acudido bastantes rostros conocidos. No ha faltado Jaime de Marichalar y Piru Urquijo. Los invitados hicieron el paseíllo a las puertas de la Iglesia de la Asunción de Nuestra Señora y tenemos que decir que, después de lo que vimos en la boda de Almeida, los estilismos de las invitadas trajeron consigo tendencias de verano, mucho glamour –pues era de tarde- y looks que, sin duda, mejoraron lo que vimos llegar el pasado 6 de abril a la iglesia de San Francisco de Borja en el corazón de Madrid.
El vestido de novia de Verónica Urquijo fue una muestra de elegancia clásica y sobriedad. Eso sí, mucho más sencillo que el de su prima Teresa, que causó un gran revuelo por ser un vestido-joya heredado de su abuela y, sobre todo, por las modificaciones que le hizo para adaptarlo a sus necesidades y gustos. Mientras que Teresa optó por un vestido cargado de historia, mucho hilo de plata y lujo, Verónica optó por una línea más minimalista y se centró en que el diseño tuviera un corte impecable que realzaba su figura sin ningún tipo de ostentación. Este enfoque más discreto le hizo justicia, e hizo que brillara como una dama elegante en su gran día.
En cuanto a las tendencias vistas en la boda de Verónica Urquijo – el protocolo de tarde marcaba que los vestidos largos-, vimos un poco de todo. Gracias a Dios, el horario dejaba fuera de juego cualquier ocurrencia que tuviera que ver con pamelas y tocados. Muchas invitadas optaron por vestidos vaporosos y con tejidos ligeros; los tonos pastel tuvieron mucho que decir, así como el rojo vibrante; los drapeados, los escotes asimétricos y las mangas sisa también estuvieron muy presentes. En general, las invitadas estaban muy en sintonía con las últimas tendencias que marca la moda.
Tras el "sí, quiero", los recién casados y sus invitados han disfrutado del convite en una finca que pertenece a la familia de la novia, también ubicada en el bucólico pueblo de Hinojosa de la Sierra.