El 25 de agosto de 2001, Noruega fue testigo de una de las bodas reales más esperadas y memorables del siglo: la unión del Príncipe Haakon, heredero al trono, y Mette-Marit Tjessem Høiby, una joven con un pasado que desató tanta admiración como controversia en el mundo entero. A pesar de las dudas iniciales, de los titulares de la prensa y de la opinión pública, la boda se llevó a término. Fue una cita ineludible para las casas reales de toda Europa, con una lista de invitados que incluía a las figuras más destacadas de la nobleza, desde la Reina Sofía de España hasta Máxima de Holanda. Las elecciones de vestuario de cada una de las invitadas no dejaron a nadie indiferente y, vistas en perspectiva, con las gafas de la moda actual, son muy interesantes. Demos un paseo por los looks de las asistentes a unas nupcias que nunca olvidaremos y de las que ya han pasado 23 años.
Los looks 'dosmileros' de las invitadas a la boda de Haakon y Mette Marit
La moda nupcial de principios de los 2.000 estaba marcada por una mezcla de maximalismo y nostalgia, y los looks de las invitadas a la boda reflejaron esta tendencia de manera evidente. Los tejidos con brillos, como el satén y las sedas tornasoladas, dominaron la escena, e impregnaron los vestidos con un aire festivo y glamuroso, característico de la época y de las monarquías más ostentosas.
Desde los colores pastel, pasando por los colores vibrantes y los profundos púrpuras, desfilaron con fuerza por la alfombra roja de la Catedral de Oslo. Sin embargo, a pesar de la evidente influencia de las tendencias Y2K, algunas de las invitadas optaron por una elegancia más clásica, con siluetas atemporales y paletas de colores discretas.