Esta mañana, la Princesa Leonor se despidió por primera vez de su patria para hacer su primer viaje oficial sin compañía familiar. A las 10:00 abandonó el aeropuerto Adolfo Suárez de Madrid para poner rumbo a Lisboa junto a José Manuel Albares, Ministro Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación. En Madrid, antes de salir hacia Portugal, la joven sorprendió con un impecable traje que bien podía haber salido del armario de la Reina Letizia. Una vez allí, le darán la bienvenida dos embajadores, el Jefe de Protocolo y el Jefe del Aeropuerto Militar en el que empezará su periplo.
En su primera aparición en suelo luso, la Princesa Leonor deslumbró con un look que ponía el broche de oro a una semana frenética en la que casi no ha tenido tiempo de decidir outfit. En los últimos días, la joven nos deleitaba por un lado con un vestido de encaje en color azul noche de la firma Self-Portrait en la entrega de los Premios Princesa de Girona; y unas horas antes apostaba por un casi total white look que remató con una americana verde de Hugo Boss, sin embargo, el estilismo que eligió para deslumbrar durante este viaje de apenas 6 horas de duración fue mucho más llamativo.
El estilismo se adaptaba a la perfección a la agenda, pues en su hoja de ruta se encontrará con el Presidente de la República Marcelo Rebelo de Sousa, que fue el encargado de entregarle una de las más altas condecoraciones que la república portuguesa concede, la Gran Cruz de la Orden de Cristo. Se conoce bien que la joven mantiene una estrecha relación con el jefe de estado portugués, casi como si fuera de la familia.
El look de la Princesa Leonor en su primer viaje oficial al extranjero
Sin duda, en el look se notaba que había algo de la elegancia y sofisticación propias de la reina Leitizia, este buen gusto lo ha heredado claramente de su madre, aunque cada día sus estilismos tienen más su sello. La Reina ha marcado tendencia en cada uno de sus viajes oficiales con su estilo impecable. En general, durante sus visitas al extranjero la soberana ha elegido prendas de todo tipo que, generalmente, combinan la modernidad y la tradición de manera magistral. Sus elecciones de vestuario para este tipo de viajes suelen incluir trajes de chaqueta entallados, vestidos midi de líneas depuradas y accesorios minimalistas que realzan su porte y presencia. En este primer viaje, Leonor parecía haberse inspirado en el color fetiche de su madre, el rojo vibrante, como hace apenas unas semanas mostró hace apenas unas semanas. Sí el famoso look con traje y zapatillas que lució durante el Día de las Fuerzas Armadas.
La Princesa Leonor, siguiendo los pasos de su madre, optó por un conjunto que reflejaba tanto su juventud como su temprana responsabilidad real. Por un lado, incluyó un top blanco, muy parecido al que había estrenado hace dos días en un evento previo a los premios Princesa de Girona; completó el look con una blazer cruzada, con botonadura doble y solapas amplias y un pantalón tailoring planchado a raya. El traje iba firmado por Carolina Herrera, una de las diseñadoras de confianza de la Reina Letizia. Aunque hace apenas tres semanas la joven ya llevó un traje bien parecido durante el décimo aniversario de la proclamación de los Reyes, no era el mismo. En aquella ocasión, el traje contaba con botonadura única y era un poco menos oversize que el que hoy lucía.
Aunque el viaje a Lisboa fue rápido y no requirió una maleta extensa, cada detalle de su atuendo estaba pensado para resaltar su figura y recibir las condecoraciones. El look elegido por Leonor para este importante día seguramente incluyó prendas de líneas limpias y colores veraniegos, tal como nos tiene acostumbrados la reina Letizia en sus visitas oficiales en estas fechas.
Los salones kitten favoritos de Leonor para su visita a Lisboa
Para culminar su look monocromático en rojo, la Princesa Leonor apostó por unos salones de tacón kitten con punta angulosa en color nude, un truco infalible para alargar visualmente la figura y añadir unos centímetros de altura sin sacrificar la comodidad. Esta elección, muy sofisticada que tiene tan presente en sus estilismo, encajaba a la perfección con su traje de dos piezas, pues equilibraba el vibrante tono carmesí de su conjunto. Sin embargo, aunque los tacones kitten son una opción chic y cómoda, quizás no fueron la elección más práctica para caminar sobre el empedrado portugués tan irregular e inestable, pero no dudamos de su destreza. A pesar de ello, Leonor manejó con gracia este pequeño desafío y demostró su capacidad para equilibrar estilo y comodidad en cualquier situación.
(Artículo en elaboración)