No todo en las alfombras rojas es gloria y aciertos. A veces, incluso los estilismos que parecen funcionar sobre el papel pueden convertirse en un despropósito cuando se llevan a la práctica. En esta edición número 28 del Festival de Málaga, hemos sido testigos de algunos looks que, pese al esfuerzo de los estilistas, no han conseguido convencer del todo. Analizamos los tres grandes batacazos 'estilísticos' de la alfombra roja inaugural y te contamos todos los detalles.
Antes de analizar los errores más notorios, es importante destacar que la moda es un arte subjetivo. No se trata de desmerecer el trabajo de diseñadores o estilistas, sino de analizar qué hace que algunos looks brillen y otros, por el contrario, se queden a medio gas o no impacten como deberían. Hay ocasiones en las que el problema no está en el vestido en sí, sino en cómo se lleva, en la falta de armonía entre el diseño y quien lo luce o en una elección desacertada de complementos y peinado. Sin embargo, hay otros casos en los que simplemente el diseño no era el adecuado para la ocasión o el resultado final no cumplió con las expectativas.
Marta Díaz en el Festival de Málaga 2025
(Gtres)
El look de la influencer que se quedó a medio camino en la alfombra roja del Festival de Málaga
El primer gran tropiezo lo protagonizó Marta Díaz, que optó por un diseño de Michael Costello que, lejos de sorprender, anuló su presencia por completo en la alfombra roja. En esta ocasión, la influencer apostó por la sobriedad y aunque el diseñador no puede tener más fama ni haber vestido a personalidades internacionales de altos vuelos, esta noche, no funcionó.
Se trataba de un vestido de doble escote, una tendencia que hemos visto mucho en los últimos meses y en esta misma gala inaugural pues también lo lucieron otras invitadas (como Martita de Graná). El diseño, que debería quedar ajustado a la perfección, quedaba arrugado tanto en la cadera, como en el talle y la falda. Por otro lado, la elección del peinado, un tanto desaliñado, y el maquillaje no nos llegaron a convencer. Sin embargo, tenemos que aplaudir sus sandalias de Redondo Brand. No todo van a ser críticas.
Patricia Montero patina con su vestido de pinchos en la alfombra roja del Festiva de Málaga
(Gtres)
Las tachuelas metalizadas de Patricia Montero
Otra de las grandes decepciones fue la de Patricia Montero, que apostó por un look que no tenemos claro si pretendía ser un guiño al 2012, pero parecía sacado de un burro del rodaje de Gandía Shore. La combinación de las tachuelas de pinchos plateadas, y la disposición del cut out hicieron que su aparición en la alfombra roja fuera más comentada por lo negativo que por lo positivo. En su caso, aunque su maquillaje y su peinado eran impolutos y pese a tener un tipazo que viste más que cualquier diseño de alta costura, este look no nos convenció en absoluto.
María Jesús Montero patina con su look en el Festival de Málaga 2025
(Gtres)
La mezcla de colores y texturas más arriesgadas de María Jesús Montero
Por último, tenemos a María Jesús Montero, que cayó en uno de los errores más clásicos: una elección de diseño que encajaba con su estilo, pero con un fitting completamente desacertado. La política suele apostar por los kimonos, los trajes coloridos, los vestidos estampados, pero lo que hoy lució no tenía perdón de Dios. No sabemos por dónde empezar; si por el top magenta de satén, por el cinturón berenjena, el pantalón pata de elefante arrugado o por el terciopelo bordado del kimono.
El caso es que cualquiera de estas prendas por separado podrían haber funcionado. El blue velvet ha vuelto con más fuerza que nunca y es un hecho, pero no tenemos claro si la mejor decisión era acompañarlo de satén de colores vibrantes. Solo tenemos que fijarnos en el look que esa misma noche lució Noelia Dols en la alfombra, que también se subió a esta tendencia emergente del terciopelo (a dos días de la primavera) que ya vimos asomar la cabeza en los Premios Oscar. Como ahora dicen para resumir de manera lacónica que la decisión de su estilista era, cuando menos, dudosa: choices.
Es evidente que la moda es un terreno pedregoso y que es fácil tropezar. Por otro lado, quien no arriesga, no gana. Sin embargo, hay una delgada línea entre la osadía 'estilística' y el desastre. En ocasiones, un look puede fallar por un exceso de creatividad mal canalizado o simplemente por no adaptarse a la silueta y personalidad de quien lo lleva. La clave está en encontrar un equilibrio entre la tendencia, la identidad y la ocasión. En este festival, algunos lo lograron y otros… bueno, siempre hay una próxima vez para redimirse. ¿O no?