Anoche el Museo Reina Sofía de Madrid se vistió de gala para acoger una de las citas más esperadas del año: los Premios GQ Men of the Year 2024. En una edición especialmente significativa pues se conmemoraban los 30 años de su llegada a España. El evento reunió a destacadas figuras del mundo de la moda, la música, el cine, el deporte y el entretenimiento bajo un dress code muy poquito restrictivo y que daba lugar a una interpretación bien amplia: "Modern Red Carpet". La alfombra roja se convirtió en un escaparate de estilo, creatividad y riesgo, en la que las apuestas más clásicas convivieron con propuestas audaces. Entre los asistentes, nombres como Manu Ríos, Lola Lolita, Adriana Abenia, Mafalda de Bulgaria, Alex González y un largo etcétera se encargaron de que sus looks no pasaran inadvertidos frente a la prensa.
Las tendencias que marcaron la alfombra roja de los Premios GQ Men of the Year 2024
El color granate fue el absoluto protagonista de la noche, en ellos y en ellas. Lo vimos tanto en vestidos drapeados (como el de Lola Lolita), detalles de terciopelo o incluso en botas altas que captaron todas las miradas, como en corbatas y camisas. También vimos un claro auge de los escotes profundos, tanto en vestidos femeninos como en camisas masculinas, que añadieron sensualidad a los estilismos. Flecos y texturas llamativas, como el efecto furry que ha adoptado Bad Gyal, aportaron un toque teatral que definió muchos de los looks, mientras que algunos asistentes se decantaron por colores básicos como el blanco y el negro para destacar desde la sobriedad más clásica.
La revolución en los trajes masculinos: de Palomo Spain a Eduardo Casanova
Los hombres del año se dividieron en dos claras corrientes 'estilísticas'. Por un lado, los clásicos trajes de dos piezas fueron la elección de aquellos que apostaron por la elegancia tradicional, combinándolos con detalles cuidados como corbatas estrechas y pañuelos de bolsillo sin ningún tipo de novedad ni exceso. Por otro lado, los más atrevidos optaron por diseños innovadores: rayas diplomáticas con solapas anchas, pantalones flarey camisas abiertas que aportaban, en algunos casos, un aire setentero. Los smokings tampoco faltaron, pero muchos de ellos sorprendieron con proporciones exageradas y detalles a contraste que los hicieron únicos, por ejemplo el precioso diseño que lució el diseñador Palomo Spain; blanco, con solapa a contraste y con tiras que caían hasta más allá de las rodillas.
Algunos asistentes se inclinaron por estilismos que buscaban romper moldes, como Eduardo Casanova o Samuel López que no dudaron en incluir tendencias de lo más arriesgadas, pero que -hay que admitir- funcionaron de maravilla. Otros terminaron siendo demasiado recargados o conceptuales para esta cita. Sin embargo, la variedad de estilos y de enfoques de los estilistas que esta noche se devanaron los sesos dejaron claro que la alfombra roja de los Premios GQ sigue siendo un espacio para la experimentación.