La llegada del buen tiempo no solo es sinónimo de tardes que se alargan, cenas al aire libre y terrazas chill out. También marca un punto de inflexión en nuestro armario, especialmente en lo que al calzado se refiere. Porque si algo tiene el verano es esa libertad a la hora de elegir prendas que nos invita a deshacernos de todo lo pesado y abrigado y quedarnos con lo comfy. Y en esa ecuación, las sandalias 'toe ring' —sí, esas con el característico 'anillo' que abraza sutilmente el dedo gordo del pie— se han ganado un puesto de honor.
El año pasado, Zara sorprendía con un diseño negro, con finas tiras cruzadas y un detalle metálico en el dedo que llegamos a ver a todas las influencers y prescriptoras de moda del país. Fueron el calzado fetiche de las vacaciones: las vimos en paseos por Cadaqués, en terrazas de Lisboa, en maletas que volaban a Santorini. Y lejos de quedarse en un amor de verano, esta temporada el romance continúa. Las 'toe ring' no solo no han caído en desgracia, sino que se consolidan como el calzado del zapatero estival.
Sandalia dedo ante de Zara 35,95 euros
Zara
Sandalia dedo ante de Zara 35,95 euros
La versión más sencilla —pero no por ello menos interesante— llega en ante beige, con diseño plano y silueta que cubre el empeine, algo que parece un punto en común en los modelos de sandalias que las casas de moda low cost ofrecen este año.
Ideal para aquellas que valoran tanto caminar como lucir; esta sandalia combina con faldas midi fluidas, pantalones blancos tipo palazzo o incluso un conjunto de lino en tono piedra. Para las mujeres +50, que han aprendido a huir de los zapatos histriónicos, por eso esta es la pieza comodín del verano. Y estas sandalias lo dicen todo sin levantar la voz.
Sandalia plana tiras adorno metálico de Zara 29,95 euros
Zara
Sandalia plana tiras adorno metálico de Zara 29,95 euros
El segundo modelo —blanco, con finas tiras cruzadas y el detalle metálico plateado en el dedo— es la prueba de que lo bueno siempre vuelve. Fue el gran hit del pasado verano y este año Zara lo recupera casi sin variaciones, algo inusual en una industria acostumbrada a reinventar lo que ya funciona. Pero cuando una fórmula es ganadora, ¿por qué cambiarla?
Estas sandalias, con estética minimalista, han sido ya vistas en los pies de editoras de moda, diseñadoras y mujeres con estilo instintivo. Su magnetismo reside en su simplicidad: no pretenden ser protagonistas, pero lo son. Perfectas para combinar con faldas lenceras, camisas oversizeo vestidos de algodón en clave 'effortless chic', son la demostración de que a veces menos es, efectivamente, mucho más.
Y no, no son solo para veinteañeras, que también. Las mujeres +50 las han abrazado como propias porque entienden que la sofisticación no tiene edad, y que la seguridad estilística que dan los años permite jugar con códigos sin temor. La 'toe ring' blanca con toque metálico es el comodín que todo armario de verano necesita. Funciona en ciudad, en playa y en escapadas improvisadas. Lo que en los años 90 habría sido un calzado de “andar por casa”, hoy se alza como un statement global.
Sandalias tacón piel de Zara 49,95 euros
Zara
Sandalias tacón piel de Zara 49,95 euros
Si hay un modelo que destila poderío silencioso, es sin duda la versión burdeos con tacón medio y empeine semicubierto. Este diseño encarna ese equilibrio perfecto entre sensualidad y originalidad. Ni demasiado destapadas ni excesivamente formales, estas sandalias elevan cualquier look (literal y metafóricamente) sin sacrificar la comodidad, pues su tacón kitten es ideal para aguantar una jornada larga con un extra de altura sin acabar con los pies destrozados.
El tono vino, profundo y sofisticado, se convierte en una alternativa audaz a los tonos neutros clásicos y a los aburridos blancos, negros y grises. Ideal para mujeres que se visten por impulso estético más que por la tendencia que recomiendan las creadoras de contenido. Llévalas con una falda plisada y camisa blanca abotonada hasta el cuello, o con un vestido camisero de lino estructurado. Este tipo de diseño se convierte en el aliado de quienes reivindican la sensualidad desde el intelecto, desde la forma en que se mueven y caminan.
Y es que, más allá de lo estético, este tipo de sandalia responde también a una necesidad real: caminar cómodas, sentirse estables, pero sin caer en lo anodino. Porque la moda no debería doler, y tampoco debería aburrir.