El uso de las pantallas es una realidad con la que convivimos y, por supuesto que tienen utilidad, el problema, como en todo, es el exceso. La dosis siempre hace el veneno. Una exposición excesiva y descontrolada a los dispositivos pueden provocar una serie de síntomas o consecuencias que afectarían a la vida diaria, alterando nuestra salud física y mental. Conocerlas y ser conscientes del problema es el primer paso para atajarlo.

¿Qué le pasa a nuestro cerebro si pasa mucho tiempo frente a una pantalla?

Pasamos mucho tiempo conectados, por trabajo muchas veces pero también por relaciones sociales, entretenimiento o simplemente por pasar el rato. Pasar mucho tiempo frente a una pantalla puede afectar negativamente a la atención, la concentración, el aprendizaje, la memoria, la regulación emocional o el funcionamiento social.

Conexión pantallas

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Muchos adultos están comenzando a experimentar pérdidas de memoria y falta de atención debido a la constante exposición a infinidad de estímulos que hacen que sea muy difícil concentrarse en una sola cosa.

Pasar mucho tiempo frente a las pantallas puede desensibilizar el sistema de recompensa del cerebro. Esto quiere decir que va a necesitar más estimulación para experimentar placer lo que puede afectar al bienestar emocional. La frustración, la comparación constante, la búsqueda de validación externa o la idealización que se muestra en las redes sociales pueden afectar, y mucho, a la autoestima.

¿Cómo afecta la luz azul de las pantallas a nuestro sueño? Según el psiconeuroinmunólogo, Xevi Verdaguer, autor del libro Tu salud empieza aquí (Ed. Grijalbo), “la sobreexposición a la luz azul de los dispositivos electrónicos, especialmente antes de dormir, interfiere en la producción de melatonina y desincroniza los ritmos circadianos”. Esto puede llevar a tener dificultades para conciliar el sueño y provocar despertares nocturnos y un mal descanso.

Insomnio

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Fatiga visual

¿Afecta a nuestra vista el uso constante de dispositivos? No hay ninguna certeza de que la luz azul que emiten los dispositivos sea un elemento que merme la capacidad visual pero sí que pasar mucho tiempo con las pantallas provoca fatiga visual, vista cansada, picor de ojos, incluso que se irriten y lloren.

Lo que sí pueden ser las pantallas es un factor que haga que nos demos cuenta de que estamos comenzando a enfocar peor, un fenómeno llamado presbicia. Si te cuesta leer en el móvil, tienes que alejarlo para enfocar mejor, te duele la cabeza después de utilizar mucho tiempo las pantallas o comienzas a ver borroso en algunos momentos, tal vez sea el momento de hacerte un chequeo, podrías estar padeciendo presbicia.

¿Cómo podemos detectar si empezamos a tener presbicia? Claudia de Escauriaza, Óptico Optometrista de EssilorLuxotica, explica a SEMANA que "los primeros síntomas aparecen en torno a los 40-45 años. Podemos empezar a notar que nos cuesta enfocar de cerca cuando leemos o mantener una visión confortable delante del ordenador. Por eso, estiramos los brazos para alejar el texto que tiene que leer, agrandamos el tamaño de la letra en el ordenador y/o aumentamos la luminosidad”.

¿Hay alguna manera de corregir este problema para poder seguir teniendo una buena salud visual? “Sí, por suerte existen lentes progresivas, como las Varilux XR Series, que son una gran solución para la presbicia, son lentes que te permiten ver bien a todas las distancias. Por eso, si has empezado a notar estos síntomas, te recomiendo que acudas a la óptica”.

Fatiga visual

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¿Hay alguna estrategia que haga que podamos tener un mayor bienestar visual mientras hacemos uso de las pantallas? “Podemos incluir hábitos saludables que aportan confort a la vista como parpadear frecuentemente o hacer descansos de la vista mirando de lejos cada 20 minutos”.

Además de la vista cansada y de los demás problemas físicos, las pantallas pueden afectar a nuestra salud mental, pudiendo desencadenar obsesiones, ansiedad y estrés.

Ansiedad y fobias 2.0

¿Cómo afecta a nuestra salud mental estar en constante conexión? Seguramente hayas oído hablar del FOMO o miedo a perderse algo en el entorno digital, pero ¿alguna vez has oído hablar de los términos nomofobia, phubbing o smombie? Tal vez te suenen ajenos y raros pero espera a leer las definiciones que nos da Coco Brac de la Perrière, experta en mindfulness, détox digital y colaboradora de la app de meditación Petit Bambou:

  • Fomo. Viene de “Fear of missing out”, es decir, miedo a perderse algo y podemos aplicarlo a nuestro comportamiento en redes sociales.
  • Nomofobia“No mobile phone phobia” habla del miedo a la desconexión, a quedarse sin batería o que se rompa el dispositivo.
  • Phubbing. Cuando estamos en grupo y nos ignoramos por mirar cada cual su pantalla. En un estudio realizado por la agencia McCann, 1 de cada 3 admite ser phubber.
  • Smombie. Es la fusión de Smartphone y zombie para hablar del papel que adquirimos como peatones pegados a un teléfono y arriesgando la integridad física.
FOMO

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Nuestra salud mental está comprometida si nos hacemos esclavos de los dispositivos móviles y de las redes sociales, provocando ansiedad y estrés, el mal de nuestro tiempo. ¿Cómo podemos evitar esto? Gestionando la conexión digital para tenerla bajo control:

  • Limita las notificaciones. Las de redes sociales, WhatsApp, etc. “Poner el móvil en silencio cuando podamos y responder solo a lo más urgentes cuando nos veamos sobrepasados”, sugiere Coco.
  • Desconecta o pon el modo avión en las reuniones y restaurantes.
  • Respira. Cuando sientas que necesitas consultar tu Smartphone, respira profundamente varias veces con los ojos cerrados y procura retomar lo que hacías antes del impulso.
  • Practica la presencia plena. La única manera de disfrutar es desde el momento presente. Trata de activar tus 5 sentidos allá donde estés.
  • Desconecta un rato antes de ir a dormir. La luz azul produce insomnio, así que consulta tus dispositivos un buen rato antes e intenta apagarlos antes de entrar en el cuarto.
  • Practica la meditación mindfulness. Meditar y poner el foco en el momento presente nos permite calmar la ansiedad y la frustración, anclarnos y disfrutar más del ahora, sin juzgarnos. Esto combate cualquier adicción.

Hacer un uso adecuado de las pantallas, gestionar la conexión diaria y cuidar nuestra salud visual y nuestro descanso, va a minimizar el impacto que puede ocasionar el uso excesivo de dispositivos. ¿Lo vas a probar?