Su vida cambió completamente con 18 años, cuando participó en la novena edición
de Operación Triunfo. Nerea Rodríguez pasó de ser una desconocida que deseaba
triunfar en la música a convertirse en una cantante de éxito, que llenaba estadios, participó en Tu cara me suena y dio el salto al teatro musical junto a los Javis en La llamada.
Una prolífica carrera que la ha hecho madurar de golpe, tal y como nos ha confesado
en esta entrevista que nos da en su nueva casa de Madrid. La cantante barcelonesa nos ha abierto las puertas de su hogar para hablarnos del cambio de vida tan grande que vivió, su relación con la fama, pero también de su corazón. Porque sí, la joven lleva tres años enamorada y nos cuenta en SEMANA quién es él y en qué lugar se enamoró de él ¡Pasen y vean!
¿Cuánto tiempo llevas viviendo aquí?
Creo que desde marzo de 2021. Relativamente poco.
¿Es de alquiler o hipoteca?
Me la compré en noviembre de 2020. Es una obra nueva. No había ni cocina y era muy difícil vivir aquí. Todo este tiempo hemos estado arreglando cosas para poder habitarla en condiciones. Lo que más me gustó de esta casa fue la luz. Yo había visto varios pisos, pero nunca había visto una casa. Esta está situada a las afueras, es más económica, entré, vi el ventanal tan grande, me imaginé viviendo aquí y me enamoré.
¿Se te da bien la cocina?
Cocino súper bien. También te digo que casi todos los días como fuera, porque por mi vida no puedo estar mucho aquí, pero cuando tengo un rato sí que me encanta cocinar. Mi plato estrella es la carbonara, pero carbonara de verdad, ¿eh? Y cuando hago quedadas con mis amigos siempre cocino ese plato.
¿Y vives sola?
Ahora mismo, sí. Mi pareja vive conmigo, pero justamente ahora él está en Los Ángeles.
¿Te puedo preguntar quién es él y en qué lugar se enamoró de ti?
(Se ríe) Pues mira, se llama Héktor y es DJ, por eso está en Los Ángeles y nos enamoramos en Barcelona, que es realmente de donde somos los dos, así que es bonito.
¿Y fue un flechazo?
No te sabría decir si fue un flechazo o no. Yo te diría que a mí siempre me habían dicho que las historias de amor verdaderas son cuando son fáciles, sobre todo los comienzos. No te digo yo que cuando lleves diez años con una persona no tengas tus cosillas. Pero sí que es verdad que fue un comienzo muy fácil y creo que eso es muy bonito.
¿Y cómo llevas la distancia?
Bien. Bueno, Malibu justamente es una canción que hice hablando de una relación
a distancia, que era la mía. Creo que dentro de todo bien, somos dos personas muy jóvenes que tenemos mucha vida por delante, que tenemos claro que queremos estar el uno con el otro y apoyarnos. Pero también tenemos muy claro que amamos nuestras carreras profesionales y queremos darlo todo por ellas también. Así que teniendo claro eso, todo se puede.
Hablando de música ¡Ya han pasado cinco años desde que saliste de Operación Triunfo!
¡Madre mía! ¡Me he hecho mayor! (se ríe). Cuando entré tenía 18 años y realmente me
quedaban muchas experiencias vitales por vivir, ya no como cantante, sino como
persona. Entré en Operación Triunfo y luego todo lo que ha pasado estos cinco años ha sido mi vida de adulta.
¿En qué sentido?
He construido una vida, he vivido sola por primera vez, he compartido piso también. Obviamente me he enamorado, he creado mi círculo de amigos, de mi edad adulta, que ya sales del colegio, de las escuelas y todo eso. Siento que en estos cinco años he tenido una vida bastante más adulta. Hay personas de 24 años que no saben lo que es pagar una hipoteca, ni pagar facturas, ni se preocupan de cuánto te cuesta el gas, porque son preocupaciones de persona adulta. Y yo ya me siento muy adulta, porque lo soy.
Una persona adulta y también muy madura, Nerea.
Mi madre siempre ha dicho que yo con tres años era súper madura para mi edad. Tú me ves en vídeos de cuando tenía tres años y ya hablaba como una viejecita. Pero sí, obviamente, con 18 años entré en la academia y eso me cambió la vida. Creo que he aprendido a pasos agigantados, pero yo siempre he sido muy curiosa. Me gusta mucho aprender y creo que he aprovechado y aprendido de cada experiencia
que me ha pasado en estos cinco años. Así que contenta y a por todo lo que venga.
¿Y qué tal es tu relación con tus excompañeros?
Hace muchísimo tiempo que no coincidimos, pero ahí estamos. Creo que nos apoyamos en todo lo que podemos. Hay muy buen rollo entre nosotros. El grupo de WhatsApp mítico existe, sigue existiendo y estamos todos y luego hay algunos que son mis amigos y los veo más frecuentemente que a otros.
¿Te imaginabas que la vida del artista sería así?
Para nada. Parece más glamuroso. Creo que la gente que no tiene contacto directo con el mundo de la interpretación o el de la música piensa que los que salen en la tele son ricos y felices, que están todo el día de fiesta y no es así. Sí que hay cosas muy guais. Yo no te digo que sea peor, pero sí que tiene muchas cosas diferentes. Yo
siempre había pensado que para grabar un disco me tenían que descubrir en una peluquería cantando.
¿Perdona?
(Se ríe) Creo que había escuchado que a alguien lo habían descubierto en la peluquería y yo cada vez que iba a la peluquería cantaba a ver si alguien me oía y me hacía un disco. Yo iba por ahí cantando hasta que me di cuenta de que es diferente.
Es un trabajo continuo, diario. Y sin fines de semana ni vacaciones. Eso yo nunca lo
he tenido. Que, por otro lado, a mí mi trabajo me fascina y me gusta dedicarle todo el
tiempo que pueda, pero, a veces, vivo agotada. Ahora, con vosotros estoy muy bien,
estoy feliz, pero estoy cansada porque hace muchos días que no paro y al final también se te juntan proyectos. Tienes que cuadrarlo como puedas y lo entiendo.
¿Has aprendido a decir que no?
Sí, gracias a la terapia he aprendido. Con 18 no sabía, con 19 tampoco y ya creo que
ahí fue cuando empecé terapia y ahora ya sé, pero me cuesta. He aprendido que la
gente no me va a dejar de querer por decir que no, o se van a enfadar por decir que no, simplemente hay que valorar cada cosa. Luego alguna vez me han dado un consejo a nivel laboral que me ha ayudado bastante y es que, a veces, cuentan más los noes que lo síes, es decir, a veces suman más a tu carrera las cosas a las que has dicho que no, que a las que has dicho que sí. Y bueno, creo que da que pensar esta afirmación.